(dpa) – A veces, el concepto de invertir en la bolsa suena como algo verdaderamente sencillo. «No poner todos los huevos en la misma canasta». «Compre acciones y tome pastillas para dormir». Existen numerosas recomendaciones al respecto.
Para Jessica Schwarzer, periodista financiera y autora de libros, son siempre una fuente de disfrute, como ella misma dice. «Suelen ser dichos contundentes de conocidos inversores que describen el mercado bursátil de forma florida».
Muchas de estas sabias palabras proceden justamente, por ejemplo, de los dos gurúes bursátiles André Kostolany y Warren Buffett.
Como los proverbios campesinos, resumen pautas que los inversores observaron -o suponen haber observado- en los mercados financieros. Algunos son divertidos, como: «El mayor enemigo del inversor le devuelve la mirada en el espejo cada mañana».
Sin embargo, no reemplazan ninguna estrategia de inversión, advierte Max Schmutzer, experto de la Fundación Warentest.
«Frecuentemente, estos proverbios solamente tratan aspectos parciales del mercado de valores. Algunos incluso se contradicen entre sí, porque van dirigidos a distintos tipos de inversores», comenta. Y otros, sencillamente, no son ciertos.
Sin embargo, muchos contienen un núcleo de verdad. Quien se atenga a tales proverbios bursátiles no recibirá una instrucción clara de acción para las inversiones, sino un estímulo para la reflexión. Presentamos algunos de estos proverbios:
«Nunca metas mano en un cuchillo en caída»
Quien de todas maneras lo haga, se cortará los dedos. Por eso, es preferible esperar a que el cuchillo se encuentre yaciendo sobre el piso, para después poder levantarlo sin riesgos.
Esta recomendación, trasladada al mercado de valores, significa que los inversores pueden equivocarse al especular si compran acciones tras una caída bursátil, con la esperanza de aprovechar una ganga. Porque si las cotizaciones siguen cayendo, habrá pérdidas. Por eso, es preferible aguardar a que toquen fondo.
«El problema de este proverbio bursátil es que los inversores difícilmente puedan evaluar cuándo los valores realmente llegaron a su piso», comenta Schwarzer. Por esa razón, indica, no deberían especular y es mejor que analicen la empresa y las razones de la caída de sus papeles.
«Compre acciones y tome pastillas para dormir y no mire más las acciones. Después de muchos años, usted verá que es rico»
André Kostolany acuñó este saber, que brega por las inversiones a largo plazo.
«De todas maneras, frecuentemente esto es mal interpretado», asevera Schwarzer. «No se trata de obstinarse en comprar y mantener. Por el contrario, esta regla es un alegato en favor de la inversión a largo plazo, combinado con un llamamiento a no actuar precipitadamente».
Y añade que hay que revisar las posiciones bursátiles de vez en cuando. Especialmente en el caso de valores individuales o con diversas combinaciones, es importante comprobar periódicamente la evolución de la cartera.
Esta recomendación de Kostolany, de origen húngaro y nacionalidad estadounidense, es respaldada por diversas investigaciones.
Por ejemplo, la empresa de análisis Morningstar calculó en un estudio que solo se generan rentabilidades decentes durante ventanas temporales muy pequeñas. Por lo tanto, es crucial estar invirtiendo en bolsa precisamente en esos momentos.
Pero nadie puede predecir qué ventanas de tiempo exactamente son. Quien coloca su dinero en una inversión a largo plazo, acompañará estos impulsos.
«Sell in May and go away»
Esta es solamente una parte de la cita. La segunda mitad señala: «But remember to come back in September». Traducido, este proverbio señala que venda sus acciones en mayo y que recuerde recomprarlas en septiembre.
«Esto también tiene que ver con la era analógica, en la cual los operadores bursátiles partían en unas extensas vacaciones de verano», indica Schmutzer.
Durante esta época, la demanda en los mercados financieros era eescasa, por lo que caían las acciones, hasta que a comienzos de septiembre la temporada de veraneo había terminado.
«Hoy en día esto ya no es así a causa del comercio electrónico. Quien siga siempre la regla, en promedio comprará más caros los papeles».
«Ir y venir vacía los bolsillos»
También esta recomendación, que advierte de operar en demasía en el mercado, perdió relevancia, según asegura Max Schmutzer.
Hace solamente unos años, los elevados costos para operar pesaban mucho en el éxito. Desde que hay operadores que no piden comisiones por la compra o venta de valores, o las cobran muy bajas, este factor de costos suele desaparecer.
No obstante, hay que tomarse la regla muy en serio. «También advierte de ir detrás de cualquier moda», dice Schmutzer. «Muchos inversores se sobrevaloran si creen que son más listos que el mercado».
«Thetrendisyourfriend»
El «trend» (la tendencia) es tu amigo. Para Jessica Schwarzer, este proverbio bursátil es difícil.
Se trata de los gráficos en los que los inversores analizan los movimientos de las cotizaciones y deducen de ellos las tendencias para predecir la evolución futura de los precios. «En retrospectiva, las tendencias siempre son fáciles de ver. Pero no hay que fiarse de eso», asegura.
Tampoco André Kostolany le prestaba demasiada atención a esto. E incluso popularizó este dicho: «Cuando di vuelta el gráfico y llegué al mismo resultado, me di cuenta de que el análisis técnico no funciona».
Schwarzer recomienda que, en lugar de confiar en los gráficos, se apueste a una estrategia a largo plazo. «Los inversores deben idear sus propias reglas para las distintas fases del mercado y luego atenerse a ellas».
«Sell on good news, buy on bad news»
Cualquiera que siga los acontecimientos bursátiles observará con frecuencia comportamientos de los inversores que parecen ilógicos a primera vista. Como por ejemplo que, si una empresa anuncia buenas cifras, la cotización cae.
«Esto se debe a que el mercado de valores negocia con el futuro», explica Schwarzer. «Las buenas cifras trimestrales a veces ocultan la noticia de que pronto se acabará el crecimiento».
Por otro lado, las malas noticias, como los programas de recortes, pueden ocultar la esperanza de que la situación mejorará prontamente.
En consecuencia, este proverbio bursátil contiene un núcleo de verdad. «Sin embargo, los inversores tienen que profundizar y analizar qué hay exactamente detrás del anuncio», advierte Schwarzer. Y acota que limitarse a comprar acciones ante una mala noticia puede resultar una mala decisión.
Por Annika Krempel (dpa)