Berlín, 18 abr (dpa) – La polémica en Alemania en torno a la concesión de un renombrado premio musical a dos raperos que cantan un tema cuyas letras resultan ofensivas para las víctimas del Holocausto se recrudeció en las últimas horas, en las que varios músicos anunciaron la devolución del galardón como muestra de protesta.
«La glorificación del éxito y de la popularidad a cualquier precio desmotiva a los creativos y le quita a la exigencia artística el aire para respirar», indicó el músico Marius Müller-Westernhagen, en su cuenta de la red social Facebook después de confirmar que renunciaba a todos los premios Echo que le habían sido concedido a lo largo de su carrera.
El cantante y actor de 69 años, que ha vendido más de 10 millones de discos y está considerado una de las grandes figuras de la música alemana, siguió ayer los pasos del director de orquesta Enoch zu Guttenberg y del pianista Igor Levit, quienes ya este lunes habían comunicado su intención de renunciar a las estatuillas ganadas.
En los últimos días, numerosas voces, entre ellos miembros del Gobierno de Angela Merkel, lamentaron que el prestigioso galardón fuese a parar a manos de Farid Bang y Kollegah, dos músicos que en su álbum «Jung, brutal, gutaussehend 3» («Joven, bestial y atractivo 3», en español), incluyen dos pasajes considerados antisemitas que dicen «mi cuerpo está tan definido como el de un interno de Auschwitz» y «Haz otra vez un Holocausto, ven con el (cóctel) molotov».
«Las provocaciones antisemitas no merecen premios, simplemente son repugnantes», señaló el ministro de Exteriores de Alemania, el socialdemócrata Heiko Maas, en su perfil de la red social Twitter.
La indignación en Alemania fue todavía mayor porque la concesión del galardón tuvo lugar el pasado 12 de abril coincidiendo con el día en que en Israel los seis millones de judíos asesinados durante el Holocausto. Una coincidencia que Maas lamentó profundamente.
«Que tal premio sea otorgado el Día del Recuerdo del Holocausto es vergonzoso», sentenció.
Desde la organización de los Premios Echo pidieron disculpas y reconocieron haber cometido un error al conceder el premio al álbum de rap.
Según ha trascendido, la concesión de los premios Echo en la mayoría de las categorías se lleva a cabo en base a las ventas de discos y a un posterior voto del jurado. En casos en los que reina la discordia se convoca a una junta asesora. En esta edición, antes de la ceremonia, se consideró que en el álbum de los dos raperos «no se transgredía sustancialmente» la libertad artística.
Días atrás, cuando todavía la organización de los premios Echo estaba valorando retirar la nominación de los dos raperos, Esther Bejarano, superviviente del campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau, criticó con dureza la canción «0815» de Farid Bang y Kollegah.
«Sigo considerando este verso de mal gusto y burlón», señaló la mujer de 93 años en declaraciones publicadas hoy por el diario germano «Bild».
«Es bonito, sin embargo, que el rapero de Düsseldorf se haya disculpado», agregó para a continuación confirmar que rechazaba la oferta del músico de grabar una canción juntos «como señal de reconciliación».
El rapero alemán Farid Bang, nacido en Melilla (España), se disculpó personalmente con Bejarano a través su perfil de la red social Facebook por la letra de su canción. «Me gustaría pedir perdón por que el verso de mi canción le haya ofendido personalmente. No era mi intención humillarla», escribió el artista de 31 años.
La polémica se produce en Alemania en un momento en el que existe una gran concienciación social ante ataques antisemitas.
Desde hace semanas, en la potencia europea se debate sobre cómo hacer frente a los incidentes de este tipo después de que saltase a la luz el caso de una niña judía de unos siete años acosada en un colegio de Berlín por estudiantes mayores de origen musulmán que ha creado una gran conmoción en la opinión pública del país.
Políticos de la conservadora Unión Cristianodemócrata (CDU) que preside la canciller Angela Merkel, organizaciones que representan a los judíos en Alemania y también destacados miembros de las fuerzas de seguridad alzaron la voz en los últimos días para que se intensifique la lucha contra los ataques antisemitas, sobre todo contra aquellos que se producen en centros escolares.
En este sentido, algunas voces indicaron en Alemania que la concesión de premios a estos raperos sentaba las bases para que muchos niños y niñas fueran acosados en el colegio al grito de «¡judío!», una palabra que en el país ha adquirido una connotación ofensiva y de desprecio.
Por María Prieto (dpa)