Múnich, 29 ago (dpa) – El alemán Bastian Schweinsteiger volvió a vestir ayer la camiseta del Bayern Múnich en un emotivo partido amistoso entre el campeón del fútbol germano y los Chicago Fire.
El encuentro acabó con victoria por 4-0 para el Bayern frente a los estadounidenses, aunque el resultado fue lo de menos en el Allianz Arena de Múnich.
Todas las miradas del encuentro apuntaron a Schweinsteiger, ídolo del Bayern y actual jugador del conjunto norteamericano, quien se dio el gusto de volver a jugar con Arjen Robben, Thomas Müller, Franck Ribéry y compañía durante la segunda etapa.
«Gracias, muchas gracias», dijo el ex jugador de la selección alemana al término del encuentro a través de los altoparlantes de estadio, donde unos 75.000 hinchas bávaros le brindaron todo su cariño. «Soy uno de ustedes y lo seré por siempre. Mi pasado pertenece únicamente al Bayern y a nadie más», dijo visiblemente conmovido el centrocampista de 34 años.
Antes de ello, hubo un partido que tuvo como único motivo el reencuentro entre Schweinsteiger y su equipo del corazón. Y el momento más emotivo llegó en el minuto 84, cuando «Schweini» conectó de volea un centro de David Alaba y marcó el 4-0 ante sus actuales compañeros de los Chicago Fire. Los otros goles del partido fueron obra de Serge Gnabry, Sandro Wagner y Robben.
Schweinsteiger disputó 500 partidos oficiales con la camiseta del Bayern desde su primer partido con el club alemán en diciembre de 2002, cuando salió en sustitución de Niko Kovac, actual entrenador del los bávaros.
A lo largo de las 17 temporadas que vistió la camiseta del club ganó ocho campeonatos nacionales y siete copas alemanas. Su temporada de mayor gloria fue la 2012/13, en la que logró un histórico triplete al alzar la Bundesliga, la Copa Alemana y la Liga de Campeones europea.
En 2015, el campeón mundial con Alemania en Brasil 2014 se marchó a la Premier League para jugar en el Manchester United y dos años más tarde fichó para el Chicago Fire.