Berlín, 28 nov (dpa) – El canciller alemán, Olaf Scholz, reconoció hoy las dificultades que atraviesa el Gobierno debido a la reciente sentencia del Tribunal Constitucional, que declaró nula la reasignación de 60.000 millones de euros (65.690 millones de dólares).
«Esta sentencia crea una nueva realidad, para el Gobierno Federal y para todos los gobiernos actuales y futuros, a nivel federal y regional. Una realidad, sin embargo, que hace más difícil alcanzar objetivos importantes y ampliamente compartidos para nuestro país», dijo en una comparecencia en el Bundestag (Parlamento).
Pese a ello, el canciller prometió a la ciudadanía unos servicios estatales fiables y la continuación de las inversiones en modernización económica, al asegurar que el gasto estatal general no se verá afectado.
«El Estado seguirá cumpliendo sus tareas. La sentencia del Tribunal Constitucional no cambia nada en su vida cotidiana aquí y ahora, independientemente de si reciben subsidio familiar o becas de estudio, una pensión o subsidio de vivienda», argumentó.
El político socialdemócrata ofreció pocos detalles acerca de las consecuencias que conllevará la sentencia, explicando que las consultas relativas a ella todavía no han terminado. Sin embargo, añadió: «Con el conocimiento de la sentencia actual, habríamos tomado caminos diferentes en el invierno de 2021, caminos que el tribunal también señaló en su sentencia».
En una sentencia difundida el 15 de noviembre, el Tribunal Constitucional declaró nula la decisión de redirigir fondos por valor de 60.000 millones de euros (65.500 millones de dólares) respaldados por deuda, en los presupuestos de 2021.
Los jueces dictaminaron que las normas de endeudamiento alemanas no permiten al Gobierno destinar a la lucha contra el cambio climático el dinero tomado en préstamo para paliar los efectos de la pandemia de coronavirus, cuando se suspendieron los límites de endeudamiento con carácter de emergencia.
Al mismo tiempo, los jueces decretaron que el Estado no puede reservar préstamos de emergencia para años posteriores. Sin embargo, el Gobierno alemán lo hizo para diferentes fondos, entre ellos para el freno de los precios de la energía.
Esto significa que Scholz debe encontrar la manera de garantizar legalmente préstamos por un total de unos 45.000 millones de euros para cubrir los fondos que ya se han utilizado para pagar las subvenciones a los precios de la energía y para apoyar a las víctimas de las inundaciones de 2021.
El ministro de Finanzas, Christian Lindner, anunció el lunes que el Ejecutivo tomó la decisión de aprobar un presupuesto suplementario para 2023 que debería resolver el dilema del gasto de este año.
La medida, a su vez, supone hacer uso de la excepción al conocido como freno de la deuda, anclada en la Ley Fundamental (Constitución) y que limita la capacidad estatal de endeudamiento al 0,35 por ciento del producto interno bruto (PIB), salvo situaciones de emergencia.
De esta manera, para que el presupuesto suplementario salga adelante, el Bundestag debe declarar una situación de emergencia extraordinaria y suspender el mencionado freno para este año.
El líder de la opositora Unión Demócrata Cristiana (CDU), Friedrich Merz, criticó duramente al canciller, diciendo que no es apto para el cargo. «No puede serlo», opinó. Según él, el canciller se limitó a dar respuestas técnicas a decisiones muy políticas. «Es usted un fontanero del poder», le espetó.