Rüsselsheim (Alemania), 8 jun (dpa) – El canciller alemán, Olaf Scholz, asistió hoy a la conmemoración de los 125 años de la marca Opel como fabricante de coches, en su planta principal en Rüsselheim, en el estado federado de Hessen, en el oeste del país.
Scholz aprovechó el acto para hacer una advertencia contra el cierre de los mercados europeos a la competencia extranjera: «No vamos a cerrar nuestros mercados a las empresas extranjeras. Porque eso tampoco es lo que queremos para nuestras empresas».
El proteccionismo y las barreras aduaneras ilegales «al final solo encarecen todo y nos empobrecen a todos». Scholz subrayó: «No tengo ninguna duda de que seguiremos estando a la vanguardia de la industria del automóvil en este siglo si nos centramos en el progreso y la innovación». Sin embargo, esto también requiere «un comercio mundial justo y libre».
A mediados de mayo, Estados Unidos impuso aranceles especiales del 100 por cien a las importaciones de coches eléctricos y otros productos procedentes de China. Washington acusa a Pekín de distorsionar la competencia mediante cuantiosas subvenciones estatales.
La Unión Europea (UE) también está investigando la influencia china en el mercado del coche eléctrico. Aún no se ha decidido si la UE también impondrá estos llamados aranceles punitivos.
En el aspecto conmmorativo, Opel destacó que quiere seguir su camino hacia la electromovilidad de forma aún más decidida, como anunció el director general de la marca, Florian Huettl, con motivo del aniversario: «A partir de 2025, todos los nuevos modelos de Opel serán puramente eléctricos de batería».
A finales de abril, durante la presentación de un nuevo modelo eléctrico en la planta de Eisenach, Huettl reafirmó el objetivo del fabricante de ofrecer solo coches eléctricos en Europa a partir de 2028.
«Estamos cumpliendo claramente nuestro plan, también en términos de velocidad. Solo podemos hacer que esto dependa de la política hasta cierto punto», explicó.
La finalización en diciembre del programa de subvenciones a la compra de automóviles eléctricos por parte del Gobierno federal alemán provocó incertidumbre en el mercado de los coches eléctricos.
Scholz se dirigió a los empleados de Opel reunidos en el acto conmemorativo: «Sobreviviréis en competencia leal, incluso contra nuevos rivales de China, por ejemplo».
La víspera de las elecciones europeas, el canciller se comprometió a reestructurar la economía de forma respetuosa con el clima, también en el sector del transporte.
«Apostamos por la expansión de la electromovilidad. Cualquiera que quiera dar marcha atrás en esto ahora no solo está poniendo en peligro todo lo que hemos conseguido hasta ahora, sino también nuestra prosperidad y nuestro futuro como nación industrial», dijo.
La historia automovilística de Opel se remonta a 1899: hace 125 años, el entonces fabricante de máquinas de coser y bicicletas construyó su primer automóvil, el «Patentmotorwagen System Lutzmann».
Anteriormente, Opel había adquirido la Anhaltinische Motorwagenfabrik del pionero del automóvil Friedrich Lutzmann y la había trasladado de Dessau a Rüsselsheim, cerca de Fráncfort.
Tras casi 90 años integrada en el grupo estadounidense General Motors, Opel pasó a manos de la matriz de Peugeot, PSA, en verano de 2017, que posteriormente se fusionaría con Fiat-Chrysler para formar un nuevo grupo, Stellantis, con sede en Países Bajos.
Como única marca germana del grupo europeo-estadounidense, Opel vuelve a tener beneficios desde hace varios años, después de recortar miles de puestos de trabajo y reducir sus emplazamientos.
Además de la factoría de Rüsselsheim, Opel tiene plantas en Eisenach, en el estado federado de Thüringen, en el este del país, y Kaiserslautern, en el estado federado de Renania-Palatinado, en el oeste de Alemania.