Berlín, 15 mar (dpa) – El canciller alemán, Olaf Scholz, anunció hoy tras reunirse con los líderes francés y polaco, que en el futuro Occidente comprará armas en el mercado mundial para Ucrania.
«A partir de ahora, adquiriremos aún más armas para Ucrania, y lo haremos en todo el mercado mundial», dijo Scholz en Berlín tras consultas con el presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro polaco, Donald Tusk. «Esto es una buena mejora», agregó el canciller.
El líder alemán explicó que se ampliará la producción de equipos militares, también en cooperación con los socios de Ucrania. Además, se fundará una «nueva coalición de capacidades para artillería de misiles de largo alcance», apuntó.
El canciller agregó que se incrementará la ayuda a Ucrania en el marco de la Unión Europea (UE) y que la compra de armas para Kiev será en parte financiada con ingresos de activos rusos congelados.
Tras el conflicto abierto en torno a la estrategia a seguir, en la que Scholz y Macron mantienen posturas dispares, Scholz quiso subrayar la unidad de Alemania, Francia y Polonia. «Los tres nos tomamos en serio nuestro apoyo a Ucrania», dijo.
Scholz señaló que la solidaridad y la acción conjunta son indispensables para defender la paz y la libertad en Europa.
«Más que nunca, nuestra unidad es nuestra fuerza. Y nuestros tres países, Alemania, Polonia y Francia, tienen una responsabilidad especial en este sentido», continuó.
El canciller prometió que Kiev podía contar con apoyo y que la ayuda no disminuiría. «Estamos estrecha e inquebrantablemente al lado de Ucrania».
Las relaciones franco-alemanas son tensas, antes de la reunión de hoy ambas partes reafirmaron sus divergentes posiciones: Macron mantiene abiertas todas las opciones para disuadir al presidente ruso, Vladímir Putin, incluida la posibilidad de enviar tropas de combate a Ucrania. Mientras, Scholz continúa descartando categóricamente el despliegue de soldados en medio de la preocupación por una escalada del conflicto.
«Ambos tienen sus puntos de vista y los mantendrán», dijo el portavoz de Scholz, Steffen Hebestreit, pocos minutos antes de que Scholz recibiera al presidente francés con un apretón de manos -pero sin abrazo- en la alfombra roja frente a la Cancillería en Berlín.
Varsovia no se ha pronunciado claramente sobre las declaraciones de Macron. Tusk dijo a finales de febrero durante una visita a Praga que «Polonia no tiene intención de enviar sus tropas a Ucrania», pero no lo descartó ni comentó la posibilidad de que otros países de la OTAN lo hicieran.
El ministro polaco de Relaciones Exteriores, Radosław Sikorski, declaró la semana pasada: «La presencia de fuerzas de la OTAN en Ucrania no es impensable», y añadió: «Porque se trata de que Putin tenga miedo, no de que nosotros tengamos miedo de Putin».
Es la primera reunión de alto nivel entre los tres países del grupo de diálogo conocido como Triángulo de Weimar desde junio del año pasado.
La reunión de los tres líderes en Berlín tienen lugar casi tres semanas después de que una veintena de jefes de gobierno se reunieran en París para debatir sobre el conflicto en Ucrania. La conferencia concluyó con discrepancias sobre la posibilidad de desplegar tropas en la zona de guerra.
El grupo de diálogo del Triángulo de Weimar fue fundado en la ciudad germana de Weimar en 1991 por los entonces ministros de Relaciones Exteriores de los tres países integrantes: el alemán Hans-Dietrich Genscher, el francés Roland Dumas y el polaco Krzysztof Skubiszewski.
Su objetivo inicial era acercar a Polonia y otros países de Europa del Este a la Unión Europea (UE) y a la OTAN. Pese a la pérdida de vigencia de dicha meta, las reuniones bajo dicho formato se volvieron a reactivar después de que Rusia lanzara su invasión a gran escala de Ucrania hace más de dos años.