Grünheide/Colonia (Alemania), 28 mar (dpa) – El canciller alemán, Olaf Scholz, apoya la ampliación de la fábrica de la automotriz estadounidense Tesla en Grünheide, cerca de Berlín, según dijo en declaraciones publicadas hoy por el diario «Märkische Allgemeine».
Pese a la oposición mostrada por la población local y los ecologistas, el canciller manifestó su confianza de que la presencia de Tesla pueda contribuir a desarrollar la región. Como ejemplo, destacó la relación establecida entre el fabricante Ford y la ciudad de Colonia desde hace casi 100 años.
«Por eso estoy a favor de seguir ampliando la planta», comentó.
Tesla quiere duplicar la producción de su planta mediante una ampliación de sus instalaciones, con la que espera poder fabricar unos 500.000 coches al año allí, en lugar de los 300.000 previstos actualmente.
En la entrevista, el canciller alemán también condenó el reciente ataque contra el suministro eléctrico de la planta y pidió su esclarecimiento. «Ha sido un acto de terrorismo», declaró.
«La policía y las autoridades de seguridad deben hacer todo lo posible para identificar a los autores y llevarlos ante la justicia», agregó.
A principios de marzo, unos desconocidos prendieron fuego a un poste eléctrico, que formaba parte del suministro eléctrico de las instalaciones del fabricante de automóviles eléctricos.
Debido al corte de electricidad, la producción de automóviles se paralizó durante casi una semana. El grupo extremista de izquierdas «Vulkan Group» asumió la autoría del ataque, que está siendo investigado por la Fiscalía General.
Scholz descartó que la acción haya supuesto consecuencias negativas para las inversiones extranjeras en Alemania como emplazamiento empresarial. «No tengo indicios de que esto vaya a desanimar a los inversores», manifestó.
«Acabo de poner la primera piedra de una gran fábrica de baterías en Schleswig-Holstein. Se trata de una inversión de varios miles de millones. Pronto participaré en una gran inversión farmacéutica de magnitud similar», argumentó, en referencia a la fábrica de la empresa sueca Northvolt y a la prevista por la estadounidense Eli Lilly.
Como consecuencia del atentado, el político socialdemócrata reclamó una mayor protección para las fábricas importantes en el país. «Reconocemos que tenemos que proteger mejor nuestras infraestructuras, en especial en términos de ciberseguridad», expresó.
«Tenemos que tomarnos muy en serio las amenazas que suponen los piratas informáticos para nuestras infraestructuras de seguridad. Hemos tomado medidas iniciales en relación con las infraestructuras públicas. Y estamos comprometiendo a todos los que gestionan redes y hospitales, puertos y empresas de transporte, a aumentar también su protección», sostuvo.