(EP) – El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha afirmado el miércoles que ve desconcertado al PP y a su líder, Alberto Núñez Feijóo, porque han apostado todo a la llegada de un apocalípsis económico que no se ha producido.
En conversación informal con los periodistas que le acompañan en una minigira por Chipre Roma e Italia para preparar la Presidencia española de la UE, Sánchez ha trasladado que ve que el principal partido de la oposición ha ido de más a menos. A su juicio, al no haberse producido ese apocalipsis económico que pronosticaba la derecha, el PP se encuentra desconcertado y haciendo oposición de forma equívoca.
Sostiene que no se han cumplido los tres preceptos que auguraba la derecha: recesión, paro y conflictividad y por el contrario ha defendido la situación en la que se encuentra el país en este momento, a punto de iniciar las vacaciones de Semana Santa.
Así ha sacado pecho del último dato de empleo, el mejor de las últimas dos décadas; del nivel de crecimiento económico que se sitúa por encima de las previsiones iniciales y todo ello acompañado de paz social, en contra de los vaticinios de la oposición.
FEIJÓO, UNA DECEPCIÓN
En la misma línea considera que la política de Feijóo ha sido una decepción, un año después de que se situase al frente del PP en sustitución de Pablo Casado. Piensa que en ese momento parecía que iba a hacer una oposición rigurosa pero se equivoca con los datos.
En este punto Sánchez le ha acusado de utilizar mal los datos que proporciona la Agencia Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), en referencia a la crítica lanzada este martes por Feijóo por la lectura que hacía el Gobierno sobre los últimos datos del paro. Feijóo acusó de triunfalismo a Moncloa y pidió aclarar la divergencia entre los datos del Gobierno –49.000 parados menos en marzo– y los que maneja la AIReF.
Sánchez también ha puesto enentredicho que Feijóo sea moderado, pese a que se presentó de ese modo, y ve la prueba en la posición que mantuvo el PP en la reciente moción de censura de Vox. Así le ha reprochado que se abstuviese cuando en la anterior moción de censura presentada por el partido de Santiago Abascal en octubre de 2020, el PP de Casado votó en contra.
Por último Sánchez ha señalado que Feijóo tampoco ha cumplido el tercero de los puntos que a priori le definían: ser leal con el cumplimiento constitucional. Aquí le ha echado en cara que no haya sido capaz de acordar con su Ejecutivo la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que lleva más de cuatro años bloqueada.
DISCURSO SOBRE LA ULTRADERECHA
Por otro lado, después de su visita a la primera ministra de Italia Giorgia Meloni, que ha transcurrido en tono cordial y sin reproches mutuos pese a la distancia ideológica entre ambos, Sánchez ha sido cuestionado sobre si este hecho puede desautorizar su discurso interno contra Vox y la ultraderecha.
A este respecto, Sánchez ha señalado que son cosas distintas, se debe entender cuál es su papel y ha remarcado que la visita se producía como preparación para la Presidencia española de la UE que España asume el 1 de julio. Por tanto considera que su tarea es sacar adelante expedientes que están en marcha en el seno de la UE como el Pacto sobre Migración y Asilo, la reforma del mercado eléctrico o de las normas fiscales.
Piensa que su responsabilidad es tejer alianzas y encontrar puntos de encuentro para avanzar en estos temas por encima de las discrepancias, al tiempo que ha advertido de que hay asuntos que deben cerrarse antes de que termine el año porque en 2024 hay elecciones europeas y por tanto será más difícil avanzar en plena campaña electoral.