Roma, 25 jun (dpa) – La Unión Europea (UE) debería persuadir a países «al sur de Libia» como Níger, Mali, Chad o Sudán para acoger campos de recepción de migrantes, dijo hoy el ministro de Interior de Italia, el ultraderechista Matteo Salvini.
«No estamos hablando de Libia, sino de países al sur de Libia», dijo en una rueda de prensa en Roma, tras haber visitado hoy el país del norte de África, sumido en una guerra civil.
Salvini había propuesto que se estableciesen centros para registrar inmigrantes en la frontera sur de Libia. De este modo se evitaría que «Trípoli se convierta en un embudo» para inmigrantes como Italia, dijo hoy en Twitter.
Libia rechazó sin embargo categóricamente que se instalen campamentos de refugiados en su territorio. Esas instalaciones van contra la ley del país, dijo el vicepresidente del consejo presidencial libio, Ahmed Maitik, tras reunirse con Salvini en Trípoli.
Libia, no obstante, está dispuesta a cooperar con la Unión Europea en materia de migración irregular, dijo el político. «Apoyamos cualquier programa nacional libio que se base en la cooperación con la Unión Europea a través del Estado italiano», señaló Maitik. «Libia ha sufrido mucho en este convulso asunto, tanto o más que Italia».
El ministro italiano, líder del partido xenófobo y ultraderechista Liga, habló de Libia como «país amigo». Asimismo aseguró que el objetivo de su visita es actuar contra la inmigración ilegal y apoyar al país en las áreas culturales, técnicas y económicas.
Desde Libia parte la mayor parte de barcos con inmigrantes rumbo a Europa. La guardia costera comunicó hoy que había interceptado en el mar a 167 personas. El domingo rescató a otro centenar.
«Libia no es un problema, sino una gran oportunidad», dijo Salvini, quien elogió el «excelente trabajo de la guardia costera del país, así como las autoridades locales en el «rescate» de inmigrantes. Las organizaciones humanitarias sin embargo denuncian torturas, violaciones y esclavización de inmigrantes en Libia.
La visita a Trípoli de Salvini es la primera que realizó al extranjero como ministro del Interior y viceprimer ministro, cargos que asumió hace un mes. Una de sus principales banderas es una política dura contra los inmigrantes.
En declaraciones junto a su anfitrión libio, Salvini llamó a fortalecer las fronteras externas tanto libias como de la UE y prometió «total respeto» de la soberanía libia. De acuerdo con Salvini, Libia y Roma comparten el objetivo común de detener los barcos de rescate de las ONGs con migrantes a bordo.
La llegada de migrantes a Italia se redujo este año un 80 por ciento en comparación con el mismo periodo de 2017, en gran parte por acuerdos cerrados por el Gobierno italiano previo con funcionarios libios.
Sin embargo, Salvini asumió prometiendo controles más estrictos a la migración. Una de sus primeras medidas fue evitar que barcos con refugiados llegaran a puertos italianos, lo que desató críticas internacionales.
«Lifeline», un barco operado por la ONG aleman Mission Lifeline, se encuentra en el mar desde el jueves con más de 230 migrantes rescatados frente a la costa de Libia. A la negativa de Italia y de Malta a abrirle sus puertos, se sumó hoy España.
A principios de mes, otro barco con migrantes, el «Aquarius», con más de 600 migrantes a bordo, pudo finalmente viajar a España después de que Italia le cerrara sus puertos.
Mientras, otro barco, el carguero danés «Alexander Maersk», recibió a última hora de hoy el permiso para atracar en la ciudad siciliana de Pozzallo, según informaron medios locales. El barco se encontraba varado cerca de la costa con más de 100 personas a bordo.
«Aceptaremos a estas personas con el mismo sentido humanitario de siempre», dijo el alcalde de la ciudad, Roberto Ammatuna, al comunicar que había recibido el permiso pertienente por parte del Gobierno central.
«Hoy es un día importante porque se ha demostrado (…) que la solidaridad sigue siendo un sentimiento predominante», añadió.
Por su parte, el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, propuso el domingo en un encuentro informal sobre migración con 16 jefes de Estado y Gobierno de la Unión Europea (UE) en Bruselas la creación de centros de acogida para refugiados en los países en tránsito. Otros Gobiernos europeos propusieron crear estos centros en suelo europeo.
Pero la Comisión Europea consideró hoy inviable que se pueda enviar a centros de migrantes fuera de la UE a solicitantes de asilo que ya entraron en el bloque.
Establecer centros de migrantes con ese fin no sería compatible ni con el derecho europeo ni con el internacional, señaló una portavoz de la Comisión Europea en Bruselas.
Por su parte, el comisario de Presupuesto, el alemán Günther Oettinger, se mostró hoy partidario de que la UE y sus Estados den ayuda económica a corto plazo para abastecer a los refugiados en una especie de «pueblo cerrado» en África. Si se encontrase un aliado en el norte de África, la UE invertiría en un «pueblo cerrado» con buenas condiciones, señaló.
Los líderes de la UE retomarán las discusiones sobre migración en la cumbre en Bruselas de este jueves y viernes.