Sochi/Moscú, 7 jul (dpa) – A pesar de la eliminación en los penales a manos de Croacia, la selección rusa de fútbol se despidió del Mundial con muestras de orgullo por parte de sus hinchas y de las autoridades del país.
Desde el presidente Vladimir Putin, que felicitó al equipo a los pocos minutos de terminada la tanda de penales ante Croacia, hasta los fanáticos que quedaron decepcionados en las diferentes Fan Fest a lo largo del país, los rusos mostraron su agradecimiento a la «Sbornaya», que pasó del escepticismo general a la euforia en cuestión de días.
«(Putin) me llamó poco después del partido y nos felicitó por el gran juego», remarcó el seleccionador ruso, Stanislav Chershesov, tras la caída por penales 4-3 ante Croacia, después de empatar 2-2 en los 120 minutos.
«Yo le dije que estábamos decepcionados, pero él respondió que deberíamos mantener los ojos abiertos y pensar en los próximos pasos», completó el técnico.
«Nuestro equipo ha perdido en un juego justo y honesto», remarcó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, que destacó que todo el país estaba orgulloso de los futbolistas, que fueron geniales. «Ellos son héroes. Murieron en el campo», dijo el portavoz de Putin citado por la agencia Interfax.
El primer ministro Dmitri Medvedev, que estuvo presente en el partido contra Croacia en el estadio de Sochi, quedó enormemente impresionado por el rendimiento del equipo. «Nunca había tenido semejantes emociones en un partido de fútbol», admitió Medvedev.
Y el sentimiento de las autoridades fue el mismo de los hinchas, que recuperaron la ilusión por el fútbol gracias al conjunto de Cherchesov.
El «¡Rossiya, Rossiya!», rugió tanto en el estadio Fisht de Sochi, como en las diferentes reuniones de hinchas en las distintas sedes.
En la capital rusa, decenas de miles de personas celebraron y sufrieron en la zona de hinchas cerca de la prestigiosa Universidad Lomonosov. «Nunca pensé que Rusia llegaría tan lejos», dijo un aficionado de Moscú. «Tuvimos razones para celebrar antes de la eliminación de hoy. Podemos estar orgullosos de nuestra actuación», añadió el joven hincha, un sentimiento similar al del resto de los aficionados.
Si bien las caravanas fueron mucho menos numerosas que tras el festejo del triunfo ante España, las bocinas de los automóviles por la calles de Moscú igual se sintieron pese a la derrota.
«Igor, Igor Akinfeev, hey, hey», gritaba la multitud durante la tanda de penales, intentando insuflar ánimo al portero héroe ante España. Y si bien el arquero contuvo un penal a Mateo Kovacic, esta vez no fue suficiente con su aporte. Claro que no hubo reproches. El orgullo de la «Sbornaya» ya había quedado a salvo y en lo alto.