Vatutinki (Rusia), 26 jun (dpa) – Después de la agónica victoria ante Suecia, la selección alemana de fútbol no piensa más allá del duelo ante Corea del Sur, a la que debe vencer para avanzar a los octavos de final del Mundial de Rusia.
Lejos de pensar que el milagroso gol de Toni Kroos solucionó todos los problemas y que Alemania ya está en la siguiente ronda, el mánager germano, Olivier Bierhoff, advirtió: «No debemos cometer el error de pensar que Corea del Sur ya ha sido derrotada».
Incluso, el entrenador Joachim Löw frenó la emoción por un posible cruce en los octavos de final con Brasil y una eventual revancha del 7-1 de las semifinales del Mundial pasado. «Todavía no hay que pensar tan lejos», aseguró el seleccionador alemán.
Sin embargo, la sensación de alivio por el tanto de Kroos es evidente. «Afortunadamente, ahora lo tenemos en nuestras manos», resumió Bierhoff, y así lo marcaron los jugadores alemanes, conscientes de que un 1-1 ante Suecia era casi un certificado de despedida.
«Fue una victoria ultra importante en el último minuto», remarcó Marco Reus, que espera que ese triunfo signifique el despegue del vigente campeón.
«Como equipo, nos hemos unido un poco más», remarcó por su parte el delantero Timo Werner, que sacrificó un poco su lucimiento personal por el bien del equipo al jugar como extremo izquierdo durante el segundo tiempo ante los suecos, después de que el técnico Joachim Löw apostara por el ingreso de Mario Gomez para ocupar el centro del ataque.
«Mi posición favorita es por el centro», aseguró el jugador del Leipzig en Vatutinki, donde dejó en claro que si el equipo lo necesita por la banda, jugará allí, aunque todavía no haya podido convertir ningún gol en el Mundial.
«No me preocupa para nada», dijo el jugador de 22 años sobre su falta de gol. «Aunque por supuesto que uno es un delantero y siempre quiere marcar goles», destacó Werner.
Lo cierto es que todavía no está claro el equipo por el que apostará Löw y si Werner irá por la banda o regresará al centro del ataque.
Lo único concreto es que el cuerpo técnico que encabeza Löw ya planea el decisivo partido ante los surcoreanos sin el lesionado Sebastian Rudy, aunque es posible que pueda regresar el defensor Mats Hummels.
Rudy, que se rompió la nariz durante el partido ante Suecia y debió ser reemplazado por Ilkay Gündogan, está casi descartado para el choque ante los asiáticos. «Debemos prepararnos para que no pueda jugar», afirmó el lunes el asistente del técnico, Marcus Sorg.
En cambio, Sorg explicó que es posible que Hummels ya esté a disposición del entrenador tras haber superado unas molestias en las vértebras cervicales. «Es muy importante que los jugadores estén frescos para el miércoles», añadió Sorg.
El regreso de Hummels sería muy importante para la zaga alemana, teniendo en cuenta que el otro central titular, Jerome Boateng, resultó expulsado ante los suecos y deberá cumplir una suspensión.
Hasta ahora en dos partidos, Löw ya utilizó 18 jugadores, la misma cantidad que usó en todo el Mundial de Brasil hace cuatro años. En todo caso, Niklas Süle podría convertirse en el número 19 en reemplazo del suspendido Boateng.
Lejos de encontrar una formación ideal, Löw sólo tuvo en el campo a cuatro jugadores en los 180 minutos disputados en Rusia: Manuel Neuer, Joshua Kimmich, Kroos y Thomas Müller.
Alemania, con tres puntos en el Grupo F, necesita ganarle el miércoles a Corea del Sur para avanzar a los octavos de final sin depender de otro resultado.
Por Jens Mende y Klaus Bergmann (dpa)