Hoy sábado el cardenal Antonio María Rouco Varela ha bendecido al centenar de participantes de la «peregrinación motera» que se acercaron a la parroquia de Nuestra Señora de la Estrella de Navalagamella (Madrid). Es la segunda edición de esta concentración que ya se celebró el pasado año bajo la presidencia del cardenal Carlos Osoro.
Durante la misa que presidió, Rouco pidió a los motoristas “que su destreza y habilidad” sobre las dos ruedas “sea la del Resucitado” y que “sirva para conseguir la vida eterna” además de para “gozar” de la carretera. En esos viajes, prosiguió, recomendó a los conductores a dejarse guiar “por la luz de la Virgen de la Estrella”, patrona de la localidad.
La peregrinación arrancó con una misa en el templo taleguero, en la que también oficiaron el párroco de la localidad, Alfonso Rodríguez, y los de los pueblos vecinos de Valdemorillo, Colmenar del Arroyo y Collado Villalba.
Antes, algunos motoristas aprovecharon para confesarse y, tras la eucaristía, el cardenal emérito rezó por los conductores y víctimas de tráfico junto al ‘peregrino motero’, imagen que se instaló hace un año en la parroquia de Navalagamella como gesto de bienvenida a los motoristas que suelen frecuentar el asfalto de la sierra madrileña.
La iniciativa tiene el objetivo de acercar a estos templos a los centenares de motoristas que pasan ante ellos disfrutando de los bellos paisajes naturales que caracterizan la zona.
BENDICIÓN DE MOTOS
Rouco charló de forma distendida con los moteros y se fotografió con todos ellos, regalándoles imágenes de la Virgen y hasta se atrevió a posar con el casco de uno de ellos en una foto de familia.
“No sé si en el cielo habrá moteros, pero si no los hay, los habrá”, bromeó el cardenal, que agradeció la presencia de las distintas autoridades locales y regionales en la misa, así como agrupaciones de motoristas “de inspiración católica”, como fue el caso de Los Romeros.
Asimismo, subrayó que “Cristo es único y decisivo para la historia de la humanidad” y que su resurrección “tiene mucha repercusión en nuestra vida”. Asimismo, indicó a los conductores que Jesús resucitado es “el camino de la vida, del bien, de la verdad y del amor verdadero”.
La peregrinación contó por segundo año consecutivo con el apoyo de la Pastoral de la Carretera de la Conferencia Episcopal y de la Pastoral de Tráfico del Arzobispado de Madrid, que estuvieron representadas por sus responsables, los sacerdotes José Aumente y Bienvenido Nieto.