Ciudad de México, 27 oct (dpa) – Nico Rosberg quiere hacerse con el título mundial de Fórmula 1 en el Gran Premio de México, donde el piloto de Mercedes puede convertirse el domingo en el tercer campeón alemán de la historia tras Michael Schumacher y Sebastian Vettel.
Si Rosberg terminara primero, como el año pasado, y su compañero de equipo, el británico Lewis Hamilton, no entrara en el «top 10», el alemán se coronaría en el Autódromo Hermanos Rodríguez.
«Por supuesto es genial y emocionante luchar hasta el final de año por el campeonato, pero quiero hacerlo de forma sencilla», explicó Rosberg antes del duelo en la ciudad de 25 millones de habitantes. Como ha hecho hasta ahora, solo se quiere centrar en el próximo paso.
«Durante un fin de semana de carrera pueden pasar muchas cosas que no están en tu mano. Así que lo mejor será dejar de lado todo lo demás y concentrarse en el trabajo. Hasta ahora me ha funcionado y así es como me siento más fuerte», declaró.
Desde su comienzo en la Fórmula 1 en 2006, Rosberg nunca ha tenido tantas posibilidades como ahora de llevarse el campeonato. Incluso si su rival de escudería ganase las tres carreras que quedan, le bastarían dos segundos puestos y un tercero para conseguirlo. Al hijo de Keke Rosberg, que fue campeón del mundo en 1982 con tan solo una victoria, los imprevistos no le preocupan lo más mínimo.
«Dejo de lado lo que no está en mi mano», apuntó.
A pesar de estar 26 puntos por detrás, Hamilton aún pretende alzarse victorioso con el que sería su tercer título seguido.
«En el momento en el que te das por vencido es el momento en el que pierdes. Nunca he sido una persona que abandona y no empezaré ahora a hacerlo», aseguró el inglés, que tras su victoria en Estados Unidos ha tomado un nuevo impulso. Pero Hamilton sabe perfectamente que un accidente o un nuevo problema técnico en su monoplaza plateado acabaría con sus posibilidades.
«Nos acercamos al final de la temporada y los dos pueden ganarlo todo y perderlo todo», constató el director deportivo de Mercedes, Toto Wolff. A partir de ahora los nervios jugarán cada vez un papel mayor.
«No hay una guerra psicológica igual a la que los dos han librado en los últimos años», añadió Wolff. «Hay un buen ambiente entre ambos, pero siempre soy escéptico», admitió.
Después de la victoria anticipada del equipo en el campeonato de constructores, Wolff solo les desea a sus pilotos una lucha por el título sin incidentes.
México se puede volver a convertir en un escenario decisivo. Rosberg comenzó el año pasado en Latinoamérica a superar su frustración tras perder de nuevo el campeonato mundial.
El alemán encadenó siete victorias seguidas entre el final de la pasada temporada y el comienzo de la actual. Hamilton, por el contrario, cayó en una sequía de resultados que prolongó hasta bien entrado 2016.
«Lewis ha vuelto a emerger», comentó el ex piloto Niki Lauda, directivo de Mercedes, después de que el británico lograra en Texas la quincuagésima victoria de su carrera. El piloto luchará con todas sus fuerzas por mantener sus escasas posibilidades de victoria.
Por Martin Moravec