El ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, ha anunciado, entre otras medidas para evitar la propagación del COVID-19, que la operadora pública Renfe reducirá la oferta de plazas de Alta Velocidad en un 85% y sus trenes solo podrán ir a un tercio de su capacidad para garantizar la distancia entre pasajeros.
Dicha medida se añade a la medida de precaución incluida en el Real Decreto aprobado ayer por el Consejo de Ministros, que establece que, en aquellos servicios en los que el billete otorga una plaza sentada o camarote, los operadores de transporte tomarán las medidas necesarias para procurar la máxima separación posible entre los pasajeros.
Lo ha anunciado en una comparecencia conjunta realizada en el Palacio de la Moncloa junto al ministro de Sanidad, Salvador Illa, la ministra de Defensa, Margarita Robles, y el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en la que Ábalos ha informado sobre las medidas de restricción a los desplazamientos adoptada ayer por el Gobierno.
Para el titular del Departamento, como responsable de coordinar la estrategia y de ordenar esta excepcionalidad en el ámbito de Transporte y Movilidad, la alerta sanitaria que se está viviendo obliga a ser especialmente cuidadosos en el ordenamiento de la movilidad y el transporte, pues «la lucha contra el Coronavirus exige el concurso de todos».
En primer lugar, según el ministro, a los ciudadanos, que deben asumir su responsabilidad, realizar sólo aquellos desplazamientos que sean inaplazables y tratar de ser conscientes de que la gravedad de la situación exige sacrificios por parte de todos.
Y también es responsabilidad del conjunto de las administraciones públicas, comunidades autónomas y municipios, que deben trabajar de manera coordinada y unida en beneficio del interés general, afirmó Ábalos, que añadió que es obligación de todos reducir al máximo el riesgo de contagio y garantizar también la movilidad imprescindible para el acceso a servicios públicos fundamentales y al suministro de bienes básicos y combustibles, así como a los puestos de trabajo.
Para el ministro, ambos objetivos pueden y deben ser compatibles, pero exigirán el esfuerzo y la comprensión de todos. Una reducción drástica de la movilidad como la que se prevé, en principio, para los próximos quince días naturales, implicará sin duda importantes molestias y sacrificios, expresó.