Uno de los muchos problemas a los que se enfrentan los pequeños comercios es el denominado «relevo generacional». El lunes se ha lanzado una campaña con apoyo financiero del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa, para mostrar las fortalezas del sector, llegar a los jóvenes y frenar la falta de relevo generacional en los negocios.
Así lo expresó el presidente de la Confederación Española de Comercio (CEC), Rafael Torres, durante la presentación de la campaña ‘Principios para recuperar los principios’ que busca “concienciar” de que el pequeño comercio es ‘cercano’, ‘fresco’, ‘sostenible’ y ‘humano’ frente a otros formatos más grandes.
La campaña busca ponerse en valor frente a formatos que no tienen esos valores o plataformas de venta online que “no sostienen el empleo ni la cercanía con el cliente” y no pagan impuestos en España. El spot se ha realizado en los cuatro idiomas oficiales del Estado y se difundirá a través de redes sociales.
Torres se reivindicó como una “garantía en los momentos más críticos” como la pandemia de Covid-19 y frente a los “efectos perniciosos que tiene la globalización”. Además, criticó que mientras se afirma que la economía va como un “cohete”, en referencia al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, hay que “bajar a la realidad” porque su sector “no lo está pasando bien”.
El pequeño comercio, que cuenta con más de 400.000 de negocios y suma 1,9 millones de empleos, está mucho más expuesto a subidas de costes como la que se ha experimentado en los últimos años ya que tiene “menos capacidad para absorber” esos costes y compra con “peores precios” por lo que es “menos competitivo”. Torres alertó que en regiones como la Comunidad de Madrid, en la que se realiza una defensa del comercio, se han cerrado 6.000 empresas en el último año.
El presidente de la CEC calificó el pequeño comercio como el “gran ninguneado” de España y Europa pese a aportar un 5% del PIB. Subrayó que la normativa no afecta a todas las empresas por igual y que en el comercio un 95% de las empresas tiene un máximo de cinco trabajadores. Hace semanas, la organización estimó que una reducción de la jornada laboral le costaría hasta 3.866 millones de euros y Torres justificó que es un sector «intensivo» en mano de obra que no puede tranformar la reducción de jornada en mejora de la productividad.
A POR LOS JÓVENES
Después de que el año pasado cerrasen 30.000 negocios en términos netos, Torres afirmó que el problema no es una falta de rentabilidad, sino que hasta un 60% de los comercios acaban cerrando por falta de relevo generacional. En este sentido, alertó de que casi el 60% de los autónomos del comercio tiene más de 60 años por lo que la realidad empeorará exponencialmente en la próxima década. “Se va a llevar a miles de empresas”, subrayó.
Advirtió que muchos negocios que cierran son “nuevos”, mientras que funcionarán mejor aquellos que se sitúen en zonas turísticas, los que tengan más datos online y los que se especialicen. La moda y el textil está entre los sector con peor funcionamiento, pues todavía no se han recuperado las cifras prepandemia.
Destacó la necesidad de llegar a la gente joven y que esta valore el sector como destino profesional donde se gana dinero, ya que en ocasiones es más seguro continuar un negocio con una base de clientes que montar una ‘start-up’ de futuro incierto. Respecto a los clientes de esta generación, apuntó que pese a su mayor preocupación por factores medioambientales hay una “incongruencia” en sus hábitos de compra por lo que debe haber una “reflexión”.
Pese a alertar de que ya es “demasiado tarde” para frenar esta realidad, enfatizó en la necesidad de que se encuentren facilidades para continuar los negocios y trabajar en la formación, ya que todos los sectores tienen problemas para buscar profesionales.