Una manera diferente de conocer Tenerife es recorrerla en moto. Con una superficie de algo más de 2000 kilómetros cuadrados, es la isla más extensa del archipiélago canario. Su abrupta orografía y su variedad de climas ofrecen un territorio único de paisajes múltiples donde se mezclan las playas naturales y los acantilados con macizos, valles, barrancos y tubos volcánicos, además de variados pueblos y parajes naturales.
Por eso, recorrer Tenerife en moto es una de las mejores opciones de visitar la isla tanto para quienes están de paso, como para quienes viven allí. Estos últimos, si necesitan un lugar de venta de motos en Tenerife encontrarán interesantes propuestas para elegir las dos ruedas que mejor se adapte a sus necesidades. Hay numerosas rutas por la isla por las que descubrir sus tesoros naturales.
Una isla de fabulosos paisajes
Tenerife es una de las ocho islas canarias que puede ofrecer fabulosos y variados paisajes tanto de montaña, como de playa. Cada año son numerosos los turistas que la visitan, tanto nacionales como extranjeros y cada vez son más los que deciden recorrerla en moto. Sus extensas y cuidadas carreteras y su estupendo y templado clima son los factores perfectos para escoger la moto como el vehículo ideal para descubrir la isla.
Del Sur al Teide
Un buen punto de partida para recorrer Tenerife en moto es empezar por las carreteras de montaña que dan acceso a la caldera del Teide. Los tramos de media distancia ofrecen la oportunidad perfecta para disfrutar de la conducción en moto al tiempo que se aprecia el paisaje. Ni que decir tiene que la moto permite parar libremente en cualquier pequeño mirador o lugar desde el que se quieran admirar las vistas.
Eso sí, para este primer recorrido camino al Teide, hay que contar con un clima cambiante. A medida que nos acercamos al pico puede haber lluvia, niebla y/o viento. Una climatología más presente en estas latitudes por lo que sería aconsejable mirar la previsión del tiempo antes de iniciar la ruta. No obstante, con la vestimenta adecuada se podrá disfrutar de todo lo que tiene para ofrecer el Parque Natural del Teide.
Ahora bien, se puede llegar a este maravilloso enclave por diferentes rutas, pero sin duda la mejor opción es el recorrido que parte desde la playa de las Américas y termina en Sta. Cruz. Esta ruta permite disfrutar de unos paisajes sin igual donde la piedra volcánica es una constante y la visión del pico es una experiencia de singular belleza. Un recorrido que pasa por Adeje, Guia de Isora, Parque Nacional del Teide y Arafo, entre otros, hasta llegar a la capital.
Ruta de costa a costa
Recorrer Tenerife en moto de costa a costa es otra de las rutas recomendadas para los amantes de las dos ruedas. Este recorrido pasa también por el Parque Nacional del Teide, pero partiendo del puerto de la Cruz y atravesando las localidades de La Orotava, las cañadas del Teide y Vilaflor para terminar en la famosa playa del Médano. El Médano es la zona preferida de los tinerfeños para darse un baño o disfrutar de la exquisita gastronomía canaria.
Recorrido circular
Esta ruta de alrededor de tres horas permite visitar algunos de los lugares más emblemáticos de la isla como: Guía de Isora, Santiago del Teide, Icod de los Vinos, La Orotava, Garachico, Puerto de la Cruz o Tacoronte. Un itinerario de alrededor de 200 kilómetros que termina en el encantador municipio de San Cristóbal de la Laguna. Un lugar declarado Patrimonio de la Humanidad, punto ideal donde descansar y relajarse después de esta larga ruta.
Descubriendo la punta norte de la isla
Otra posible ruta para quienes quieran recorrer Tenerife en moto es la que parte de Santa Cruz, la capital, y visita Taganana, Granadila de Abona, el Parque Natural del Teide, pasando por el Mirador Piedra La Rosa, Mirador de Chipeque, Las Raíces y San Andrés hasta llegar al Parque Rural de Anaga. Un recorrido por una carretera fácil y rápida que serpentea suavemente hacia el mar en su último tramo. Hay muchas más posibilidades de conocer la isla sobre dos ruedas, solo hay que contar con las ganas y la moto adecuada. La variedad de climas y paisajes hará que cualquier itinerario merezca realmente la pena.