Que el tema de las cláusulas suelo está de actualidad es evidente, no hay día que no aparezca una noticia relacionada con este término en los informativos debido a la última sentencia dictada por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Sin embargo, ¿se sabe exactamente qué son? Y quienes sí lo hacen, ¿realmente se han informado acerca de cómo reclamarlas?
En Contante se han propuesto ayudar en la clarificación de ciertas dudas. Además, son conscientes de que esta cantidad de dinero inesperada puede venir muy bien para seguir haciendo frente al duro mes de enero. Ahí van algunos consejos para los que se encuentren en cualquiera de estos dos grupos como afectado, ya sea en virtud de consumidor de información o como consumidor de un producto bancario abusivo; en definitiva, ciudadano de a pie preocupado por su dinero.
¿Qué son las denominadas “cláusulas suelo”?
Lo primero que se ha de saber es que si no se había oído antes el término “cláusula suelo” a pesar de llevar vigente unos cuanto años e incluso de aparecer en contratos hipotecarios con el banco, es porque este tipo de entidades suelen denominarlas “limitación del tipo de interés variable” o conceptos similares.
Dicho esto, las cláusulas suelo no son otra cosa que el tipo de interés mínimo que uno debe pagar al banco a cambio del préstamo hipotecario suscrito. A grandes rasgos, el problema estriba en que el consumidor que ha firmado su hipoteca no ha sido debidamente informado acerca de este tipo mínimo, es decir, sobre qué implica ni el dinero que costará al cliente al cabo de un año, ni si quiera sobre su existencia en muchos casos.
¿Y qué ocurre entonces? Que cuando el tipo de interés variable para la hipoteca empieza a bajar, el cliente en cuestión no percibe ese beneficio, pues todo tipo inferior a la cláusula suelo, simplemente, no se aplica. Y todo ello a pesar de haber pactado un tipo variable.
El porcentaje establecido por las cláusulas suelo depende del banco, pero la mayoría rondan entre los 2,5 y 5 puntos porcentuales, lo que se traduce en 150 o 200 euros de más, cantidad que los consumidores afectados por esta cláusula abusiva han tenido que pagar junto a su préstamo hipotecario durante todos los meses en los que el Euribor se ha encontrado en sus niveles más bajos.
¿Cómo reclamar una “cláusula suelo”?
Esto es lo que quieren saber todos esos millones de aludidos por la Justicia europea en su última sentencia, un fallo que obliga a todas las entidades financieras a devolver íntegramente las cantidades indebidamente cobradas a sus clientes por medio de cláusulas abusivas desde 2009, cuando el Euribor comenzó a bajar.
Pues bien, si se es uno de los afectados, se deberá emprender un proceso de reclamación que pase por la Justicia española y que demuestre que la cláusula es desmedida o poco transparente (no hay que olvidar que este tipo de cláusulas son legales en un principio).
Los pasos a seguir:
•Comprobar que el contrato del préstamo hipotecario es de tipo variable y que, además, dispone de una cláusula suelo bajo la denominación descrita anteriormente o similares.
•Realizar una reclamación formal por escrito ante el Servicio de Atención al Cliente de la entidad financiera con la que se mantiene el contrato. En ella se deberá solicitar la eliminación de la cláusula y la devolución del dinero cobrado indebidamente. La caja o banco dispone de dos meses para contestar, de no hacerlo, se deberá acudir a la Justicia e interponer una demanda judicial.
•Ir por la vía judicial. Reclamar la nulidad de la cláusula suelo y la devolución de todas y cada una de las cuotas que se han pagado de más desde que se ratificara el préstamo, es decir, de forma retroactiva.
Cada contrato cuenta con unas especificidades propias del banco, del acuerdo al que llegasen la entidad y el consumidor, etc., de ahí que sea importante contar con la ayuda de un profesional en la materia para realizar la reclamación de forma correcta.
La OCU recuerda que todos los afectados por estas cláusulas tienen derecho a recuperar la totalidad del dinero cobrado indebidamente.
Mientras tanto ayúdate con un anticipo
De todos modos, no tendremos la opción de disponer de esa cantidad de dinero al instante o te hayas dado cuenta de que no eres uno de los afectados por la cláusula suelo. Por ello, si te urge disponer de una pequeña ayuda de dinero o contabas con la devolución de la cláusula, siempre puedes pedir un anticipo gratis. Como siempre, te recordamos que no es recomendable solicitar grandes cantidades de dinero ni pedir un anticipo si no lo vemos necesario, pero es una buena opción siempre que puedas devolver el dinero.