Barcelona/Madrid, 28 sep (dpa) – Cargado de alicientes ya de por sí, el derby entre Real Madrid y Atlético llegará mañana a la Liga española de fútbol repleto de muchas y muy variadas aristas.
La más punzante apunta a la credibilidad como equipo de los blancos tras su estrepitosa derrota esta semana en la cancha del Sevilla.
El contundente resultado (3-0) fue apenas el reflejo de un conjunto superado por su rival, con tremendas falencias defensivas e incapaz de reaccionar colectivamente ante el vendaval de los andaluces, que también mañana visitarán al Eibar situados ya en la quinta posición, a tres unidades de distancia de la cima.
La imagen de los dirigidos por Julen Lopetegui fue tan pobre que las dudas sobre su proyecto surgieron con tanta rapidez como los desmesurados elogios lo habían hecho tras la exhibición protagonizada por los campeones de Europa en su estreno de Champions ante la Roma.
A ese partido se agarró hoy el entrenador blanco para rechazar que su equipo no sepa competir ante los grandes rivales y para sostener al tiempo que está preparado para medirse a cualquier equipo, también a un Atlético que ya lo superó en la Supercopa de Europa en agosto.
«No es verdad que no hayamos ganado ningún partido importante: la Roma no es un equipo menor. El Madrid está preparado para encarar a cualquier equipo, pero también sabemos que en esta competición, si no estás del todo bien, cualquiera te puede ganar», afirmó hoy Lopetegui, en la previa del duelo por la séptima fecha de la Liga.
«Jugar cada tres días tiene este tipo de cosas, pero la dinámica del equipo es buena y va a seguir creciendo. Estamos bien posicionados en la Liga, que es nuestro objetivo», continuó el entrenador blanco.
Con cuatro victorias, un empate y una sonora derrota, el Real Madrid es colíder de la Liga empatado con el Barcelona a 13 unidades, dos más de las que cuenta el Atlético, que fue de menos a más.
Tras protagonizar su peor inicio de campaña en la era de Diego Simeone, los rojiblancos vuelven a ser protagonistas principales de una Liga que, en sus primeras fechas, llegó a verlos a siete puntos de la cima.
«El equipo ha mejorado y, en consecuencia, las individuales importantes que tenemos van creciendo. Mañana será un partido duro y difícil como son todos los que nos toca jugar contra el Real Madrid», señaló Simeone.
«Pero yo no le doy mayor importancia a la forma en la que llegan los equipos; éstos son partidos de emociones y de hombres, de gente con mucha personalidad», continuó el entrenador rojiblanco.
Dos victorias consecutivas, ante Huesca y Getafe, aliviaron a un Atlético que recuperó sus viejas señas de identidad para hacerse más reconocible, obtener mejores resultados y situarse en condiciones de rebasar a su gran rival ciudadano en la clasificación. Su credibilidad, en cualquier caso, aún está en duda también.
Siguiendo el credo del técnico argentino, los «colchoneros» renunciaron a tener más posesión a cambio de ganar en seguridad defensiva, el arma que los definió en los éxitos de los últimos años, incluyendo tres victorias y dos empates en los últimos cinco clásicos en el estadio Santiago Bernabéu.
«El de mañana será un partido equilibrado, muy exigente, duro, donde hay que competir al margen de jugar», asumió Lopetegui que, después de perder al español Isco por una apendicitis, mañana tampoco podrá contar con Marcelo por una lesión muscular.
La actuación del lateral brasileño, precisamente, y de la defensa en general fueron dos de los puntos más flojos de su equipo ante el Sevilla. Sus delanteros, incapaces de aprovechar las pocas ocasiones que generaron frente a los dirigidos por Pablo Machín, tampoco salieron bien parados del duelo del pasado miércoles.
EL BARCELONA TAMBIÉN BUSCA SUPERAR EL GOLPE
Los vigentes campeones de Europa desperdiciaron con su derrota la ocasión de avanzar a un Barcelona que mañana recibe al Athletic de Bilbao después de caer en la cancha del colista Leganés.
Dos goles recibidos en tan sólo un minuto evidenciaron el pasado miércoles la inconsistencia defensiva de los campeones españoles, que llevaban jugando con fuego varias fechas y acabaron quemándose el día en el que podían haberse despegado de su máximo rival.
«Tal y como se produjo, es muy raro que cualquier equipo encaje dos goles en un minuto. Desde ese punto de vista sigue siendo un accidente. En cuanto a que tenemos que mejorar, no tengo ninguna duda», estimó hoy Ernesto Valverde.
«La gente es libre de pensar lo que quiera, yo no me voy a meter. Ya se sabe que, cuando se pierde, hay barra libre para cualquier cosa. Mañana intentaré hacer la mejor alineación para ganar. Mi equipo siempre ha tenido una actitud extraordinaria», añadió el entrenador azulgrana, pese a que su equipo ya recibió en seis fechas tantos goles -siete- como en las primeras 14 la pasada campaña.
Su once de mañana, en cualquier caso, no contará con el francés Samuel Umtiti, baja por problemas en su rodilla izquierda, ni con el descartado Malcom. Clément Lenglet apunta al centro de una zaga que tampoco encontró, de momento, la mejor versión de Gerard Piqué.
El Athletic, que cayó en la pasada fecha ante el Villarreal, intentará truncar una racha de 17 años sin ganar en el Camp Nou.
La intensa jornada de sábado de la Liga se abrirá con el duelo entre la Real Sociedad y un Valencia que, con cinco empates y una derrota en lo que va de campeonato, aún no sabe lo que es ganar.
Por Noelia Román (dpa)