Pyeongchang (Corea del Sur), 16 feb (dpa) – El director deportivo de snowboard de Alemania, Stefan Knirsch, se quejó hoy de las dificultades y peligros del circuito de snowboard cross.
«No aporta nada crear cada cuatro años un monstruo que nadie es capaz de bajar», dijo el técnico de 37 años. «Las imágenes también habrían estado bien de otra manera. Hay que meditarlo sin pensar siempre en más grande, más grande, más grande».
Además de las espectaculares fotos del snowboard cross, una especialidad en la que hasta seis competidores se enfrentan en una carrera que recorre un circuito lleno de obstáculos y saltos, tanto en la categoría masculina como en la femenina hubo numerosas caídas.
El austríaco Markus Schairer se golpeó el jueves en la espalda y la cabeza tras un largo salto y se rompió una vértebra.
«Queremos transmitir buen deporte hacia afuera y si eso no llega, sino que parece una ruleta, es malo para nosotros», se quejó el alemán Knirsch tras las carreras femeninas, en las que la italiana Michela Moioli logró el oro.
La rider logró el primer oro olímpico en snowboard para Italia cuatro años después de romperse un ligamento de la rodilla en la final de Sochi 2014.
En el circuito del Phoenix Snow Park de Pyeongchang, los hombres llegaron a alcanzar velocidades de 80 kilómetros por hora, mientras que las mujeres descendieron en torno a los 65 km/h.
Para el técnico alemán, bajar diez kilómetros por hora la velocidad no sería «perceptible» para el espectador pero «sería decisivo para la seguridad».
Antes de la prueba femenina, la federación internacional moderó entre otras cosas el último salto previo a la línea de llegada.