(dpa) – Un adulto sano debería beber en promedio entre un litro y medio y dos litros de líquido al día. Si hay una exigencia física puede ser aún más. Por lo general, basta con medio o un litro adicional, según apunta el internista alemán Kevin Schulte.
Schulte es médico titular y subdirector de clínica en el Hospital Universitario de Schleswig-Holstein, en Kiel, donde dirige el departamento de Medicina Interna, centrado en las enfermedades renales y la hipertensión.
En cuanto a la ingesta de líquidos, recomienda prestar atención a la propia sensación de sed y dice: «Un cuerpo sano avisa cuando necesita más agua». ¿Pero qué pasa cuando se toma más de lo necesario?
Pregunta: Señor Schulte, ¿es posible beber demasiado líquido?
Kevin Schulte: Sí, es posible. Por experiencia, sabemos que se pueden tomar hasta seis litros sin riesgo. Pero si se beben más de seis a ocho litros en un día, se puede producir una alteración peligrosa del equilibrio salino en el organismo. Esto se hace notar, por ejemplo, a través de mareos. En raros casos extremos, la ingesta excesiva de líquidos puede incluso llevar a la muerte.
Lo interesante es que este fenómeno de tomar de más se suele dar en maratonistas. Esto demuestra que, al hacer deporte, se necesita muchas veces menos líquido de lo que se cree. Y si se sufre de problemas renales o del corazón, incluso cantidades inferiores pueden ser ya un problema.
Pregunta: ¿Cómo me doy cuenta de que bebí demasiado?
Schulte: Los riñones sanos pueden regular bien el equilibrio de agua y sodio durante mucho tiempo. El primer síntoma de una sobrehidratación es que se excreta mucha orina. A partir de qué cantidad de líquido sucede esto, eso depende de cada persona. Si se sigue bebiendo sin moderación se pueden producir mareos, malestar y náuseas.
Pregunta: ¿Qué puedo hacer si temo haberme sobrehidratado?
Schulte: Si los riñones están sanos, la naturaleza regula todo sola. Por eso, lo mejor es esperar. ¡Pero no seguir bebiendo! Si hay enfermedades renales o cardiacas de por medio, lo mejor es consultar con un médico.
Según algunos expertos, quienes beben demasiado durante mucho tiempo corren, además, mayor riesgo de sufrir de presión alta. Sin embargo, se trata de una tesis que no está probada. Por lo general se exagera un poco con esto. El cuerpo regula el equilibrio de líquidos bastante bien por sí mismo.
Por Christoph Jänsch (dpa)