(dpa) – Las playas, las pirámides, los museos y otros lugares de interés turístico populares han quedado en silencio: en pocos países la ausencia de turistas es más notoria que en Egipto.
Las cristalinas aguas azules de Hurghada normalmente atraen a innumerables turistas en esta época del año, pero ahora mismo las playas del mar Rojo de Egipto están vacías.
En la popular ciudad turística egipcia, las sillas de playa están apiladas, no se ve ni un solo turista bajo las sombrillas y los restaurantes están cerrados.
La vida ha cambiado debido a la pandemia de coronavirus y nadie sabe cuándo volverá a la normalidad.
Los hoteles en Hurghada sólo están ocupados por el personal necesario, comenta el alemán Marcel Lauck, que gestiona un bar en la ciudad, un destino popular para las vacaciones sobre todo de esos europeos privados de sol en invierno.
«Sencillamente no hay movimiento en las calles. Sólo se ve a unos pocos corriendo. El acceso al mar también está cerrado.»
Lauck quiere abrir su bar de nuevo tan pronto como sea posible y ahora pasa los días haciendo deporte o cursos online. Tarde o temprano los veraneantes redescubrirán los arrecifes de coral y el fantástico clima de noviembre, opina Lauck.
Las autoridades del complejo de las pirámides en Gizeh han aprovechado entretanto la ausencia de turistas para realizar una limpieza profunda, con trabajadores que desinfectan las zonas normalmente atestadas de visitantes.
Las playas de Sharm El-Sheikh, otro popular centro turístico de Egipto, también están desiertas, según señalan los residentes.
Al igual que Hurghada, y Egipto en general, este lugar vive del turismo. Más de 13 millones de personas visitaron el país en el norte de África en 2019.
Algunos expertos estiman que el sector está perdiendo 1.000 millones de dólares al mes debido a la crisis.
Sin embargo, Hurghada ha sobrevivido ya otras épocas de vacas flacas en el pasado. Se recuperó después de que el turismo desapareciera tras las convulsiones políticas de 2011 y 2013 y después de los ataques terroristas en el país durante la última década.
Los museos de Egipto también se han quedado sin visitantes durante la pandemia, pero los expertos están ocupados mostrando online sus históricas obras de arte.
El Ministerio de Turismo y Antigüedades ha puesto en marcha una serie de visitas virtuales y guiadas a museos y sitios arqueológicos de todo el país.
Los vídeos, que llevan a los espectadores por museos vacíos como el Museo de Antigüedades Egipcias y otros sitios normalmente atestados de turistas, están disponibles en la web oficial del Ministerio y en plataformas de las redes sociales como Facebook, Instagram o Twitter.
El segundo de los recorridos virtuales presenta la tumba de la reina Meresankh III, la nieta del rey Khufu, constructor de la Gran Pirámide de Gizeh, y esposa de Khafre o Menkaure.
El primer tour exploró la tumba Menna en la Necrópolis de Tebas, considerada como una de las más bellas de los nobles en la ribera occidental de Luxor.