Barcelona, 8 jun (dpa) – El ex presidente catalán Carles Puigdemont, impulsor del plan independentista que abrió una grave crisis en España, mostró hoy un cauto optimismo por el nuevo Gobierno en Madrid formado por el socialista Pedro Sánchez.
«El discurso de Pedro Sánchez suena bien. Ahora es muy diferente del que se le escuchó hace unos días o en su discurso como candidato», dijo el ex líder secesionista desde Berlín en una amplia entrevista con la radio autonómica catalana Rac1.
Puigdemont aseguró que pidió «muchas veces» un encuentro con el conservador Mariano Rajoy, destituido y relevado hace una semana del Gobierno por Sánchez, y confió en que el mandatario socialista reciba ahora al nuevo presidente catalán, Quim Torra.
«Entiendo que el contacto entre Torra y Sánchez ya se ha producido. Sería una muy buena noticia que se vieran con los temas pendientes sobre la mesa», señaló Puigdemont.
«Todo lo que aporte a no criminalizar un gobierno por sus ideas independentistas está bien», añadió el ex presidente catalán. «Todo lo que sea afrontar un problema en lugar de esquivarlo merece ser celebrado».
Al mismo tiempo, Puigdemont consideró que la llegada de Sánchez al Gobierno español «creó unas expectativas por encima de sus posibilidades» y sostuvo que debe ser juzgado por sus acciones.
También apuntó contra el nuevo ministro de Exteriores, Josep Borrell, a quien tachó de «ultra» y «radical» por sus críticas al independentismo catalán.
Sánchez sucedió en el Gobierno a Rajoy el viernes pasado al ganar una moción de censura en el Congreso con apoyo de partidos de izquierda y nacionalistas, incluyendo las fuerzas independentistas catalanas.
Los cambios de Gobierno en Madrid y en Barcelona tras meses de cortocircuito político entre Puigdemont y Rajoy abrieron la expectativa de una reapertura del diálogo que rebaje la fuerte tensión abierta por el desafío secesionista.
Puigdemont, considerado por el propio Torra como «presidente legítimo» de Cataluña, se encuentra en Berlín a la espera de que la Justicia alemana decida su entrega a España, donde está procesado por rebelión y malversación debido a la escalada del plan soberanista.
El ex «presidente» confió en conocer la decisión alemana «en cuestión de semanas». En la entrevista aseguró que, si no es entregado a España, su intención es volver a Bélgica, a donde huyó tras ser destituido a fines de octubre.
Sin embargo, aclaró que eso dependerá de que se no mantenga la orden de detención que pesa contra él. «Que Alemania la rechace no quiere decir que otro país lo haga».
Puigdemont aseguró además que en Berlín percibe «un afecto personal muy grande». «Me reconocen por la calle, mucho. No es gente a favor de la independencia de Cataluña, sino gente que está preocupada por la defensa de los derechos humanos y no entiende por qué tenemos que estar en prisión».
También recordó los días que pasó en la prisión alemana de Neumünster tras ser detenido el 25 de marzo en el norte del país y volvió a califiar de «muy correcto y profesional» el trato que recibió. «No había diferencia con otros internos. No tenía ni ordenador ni teléfono, como se publicó».
Además, reveló que otro recluso grabó imágenes suyas en la prisión y que «está intentando venderlas a medios europeos». «Yo no lo he visto, pero me han avisado», explicó. «Creo que la gente reaccionó muy bien y que produjo el efecto contrario al esperado».