La presidenta de Baleares, Marga Prohens, afirmó que el turismo regenerativo es la clave para reforzar la competitividad del archipiélago y un motivo de orgullo en la estrategia turística de la comunidad.

Palma fue este miércoles la capital del debate del sector turístico durante el ‘Forbes Illes Balears Tourism Summit 2025’, un encuentro en el que se ha dado un “mandato” claro para la industria: el enfoque regenerativo ya no es una tendencia, sino una exigencia ineludible y la nueva frontera económica.
En este debate, Prohens situó al archipiélago a la vanguardia de un modelo que busca alinear la rentabilidad empresarial con la sostenibilidad social y el bienestar ciudadano, redefiniendo el valor de cada visita.
Prohens insistió en que Baleares lidera el cambio. “No solo somos uno de los principales destinos turísticos de Europa y del mundo, sino que también somos expertos exportadores de conocimiento sobre el sector y, ahora, exportadores de innovación aplicada al turismo», afirmó, y destacó que el Govern comparte «el fruto del trabajo que estamos haciendo desde las islas, desde las instituciones y el sector privado, de la mano de los agentes sociales y de las entidades de la sociedad civil, para una verdadera transformación del modelo económico y turístico”.
La líder del ejecutivo balear aprovechó el foro organizado por Forbes para poner en valor el modelo único de las islas, “porque somos, tal vez, el primer caso de una economía que quiere transitar, no desde la recesión ni desde la crisis, sino desde el éxito; desde un modelo que genera riqueza. Preferimos asumir este reto de gestionar el éxito y no tener que reinventarnos desde cero”.
Además, resaltó el resultado de la colaboración público-privada, “que es clave para transformar cualquier sociedad», una colaboración que quiso defender explícitamente «frente a los que criminalizan al sector privado, frente a los que señalan, frente a los que buscan siempre la caricatura fácil. Yo me he encontrado un sector privado en estas islas, unas empresas, unos agentes sociales y económicos totalmente comprometidos, sobre todo, con el futuro de las islas”.
IMPACTO DEL TURISMO EN LAS ISLAS
La jornada, celebrada en el emblemático Es Baluard Museu d’Art Contemporani, abordó el impacto del turismo en la economía real. En la mesa sobre el liderazgo balear como motor de competitividad, las grandes empresas tomaron la palabra para validar esta transición. Entre ellas, Vicente Fenollar, presidente de Grupo Ávoris, quien puso el acento en la capacidad de adaptación e innovación de las compañías en las islas, indicando que “somos un ‘Silicon Valley’ del turismo. Tenemos mucho talento en Baleares, un gran talento que formamos aquí y con el que trabajamos y gestionamos nuestros equipos, lo que nos permite exportar nuestro ‘know-how’”.
A su lado, Toni Mir, CEO de Cap Vermell Group, explicó cómo «el liderazgo en el turismo regenerativo parte de una cultura de empresa. Nosotros no lo seguimos como una tendencia, lo hemos interiorizado porque la sostenibilidad va más allá de lo ambiental: es social. En Baleares somos líderes, somos referentes. Ver cadenas de la zona en todo el mundo nos da orgullo”.
Uno de los puntos más atractivos del encuentro giró en torno al reconocimiento de la identidad propia como activo turístico. Se debatió intensamente sobre cómo la gastronomía, el arte y la creatividad actúan como embajadores de la marca Baleares. En este sentido, el alcalde de Palma, Jaime Martínez Llabrés, agregó que en las islas “somos únicos, estamos en el medio del Mediterráneo, tenemos una historia milenaria y una experiencia de trabajo en el sector turístico que se ha fortalecido en las últimas décadas. Por eso presentamos nuestra candidatura para ser Capital Europea de la Cultura en 2031, con nuestra cultura como motor”.
Uno de los componentes clave dentro del turismo regenerativo es la integración de pilares identitarios como la gastronomía dentro de la oferta del sector. En palabras del chef Estrella Michelin Andreu Genestra, esta conexión en las islas es algo natural porque “somos una tierra que ha sabido acoger el negocio del turismo y que hemos abierto las puertas de nuestra cultura, pero ahora tenemos que ser astutos para que esa cultura no esté en riesgo y que siga siendo un baluarte para los residentes y los visitantes”.
GESTIÓN Y RETO PÚBLICO
El consenso general de la jornada apunta a que Baleares tiene «los deberes hechos» para afrontar la próxima década, pero el reto de la implementación sigue vigente. La administración recogió el guante, asegurando que las políticas públicas acompañarán este esfuerzo del sector privado para garantizar que la riqueza turística permee en toda la sociedad.
Marga Prohens clausuró el acto reiterando su compromiso con un modelo que genere orgullo de pertenencia. “Podemos decir con orgullo, aunque siempre con humildad, que nuestra estrategia está funcionando. Los datos demuestran que ya se está produciendo un cambio de tendencia en el turismo de nuestras islas: mientras estamos logrando la contención en los meses de verano, estamos creciendo como nunca en los meses de temporada media y baja”.
No obstante, la presidenta fue crítica sobre el papel del sector público, admitiendo que tiene mucho por hacer, ya que “en ocasiones somos el principal hándicap para que las inversiones productivas y diversificadas en proyectos estratégicos puedan encontrar en Baleares un sitio atractivo. Pero estamos trabajando en convertirnos en un aliado y en un referente para las empresas, para que nuestro modelo se desarrolle sobre un balance entre el bienestar y el crecimiento”.
La presidenta concluyó con un mensaje de confianza hacia los empresarios y la sociedad civil: “Somos una potencia turística y no vamos a pedir perdón por ello; vamos a crecer y a consolidar un nuevo motor para Baleares, potenciando lo que sabemos hacer y exportando buenas prácticas”, sellando así una jornada que marca un punto de inflexión en la visión turística de las islas.
