Berlín, 4 sep (dpa) – Alemania cuenta desde hoy con el movimiento de izquierdas «Aufstehen» (Alzarse o Levantarse), destinado a recabar las simpatías de los desencantados con los partidos de izquierdas tradicionales y evitar así una huida hacia el partido populista de tintes xenófobos Alternativa para Alemania (AfD).
Sus fundadores Sahra Wagenknecht, presidenta de la fracción parlamentaria del partido postcomunista de La Izquierda, y Oskar Lafontaine, antiguo presidente de ese mismo partido, creen que este movimiento servirá para debilitar a AfD.
El objetivo es ofrecer una plataforma a los votantes de izquierda que no se sienten representados por los partidos tradicionales, dijo a dpa Lafontaine. El movimiento también quiere «detener la migración hacia AfD y quizás revertirla», indicó sobre un partido que logró acceder al Parlamento alemán en las elecciones generales de septiembre de 2017 como tercera fuerza política.
De momento, el nuevo movimiento de izquierdas ha registrado más de 100.000 seguidores. En concreto, Wagenknecht explicó en su presentación hoy en Berlín que 101.741 personas se han registrado online desde principios de agosto. Esto superó las expectativas, comentó la política en la rueda de prensa. «Estoy muy impresionada por la cantidad de gente que se ha presentado», agregó.
Wagenknecht citó «una crisis tangible de la democracia» en Alemania como la razón principal para fundar su movimiento. Si no se toman medidas contrarias, «este país será irreconocible dentro de cinco o diez años».
Wagenknecht presentó el movimiento junto con el ex líder de los Verdes Ludger Volmer y la alcaldesa de Flensburgo, la socialdemócrata Simone Lange. El objetivo es llegar a los electores de izquierda que han dado la espalda a los partidos clásicos, explicaron.
«Chemnitz muestra que necesitamos urgentemente un nuevo inicio», declaró sobre la ola de manifestaciones de la ultraderecha en la ciudad del este de Alemania tras la muerte de un alemán acuchillado supuestamente por un iraquí y un sirio hace más de una semana.
En la actualidad, el clima se está volviendo «más áspero, más agresivo», alertó. Esto se debe principalmente al hecho de que no todas las personas se han beneficiado de la prosperidad económica del país, criticó. La rabia que se acumula forma entonces el caldo de cultivo para el odio y la violencia, agregó.
Alemania está cambiando en una dirección «que mucha gente no quiere». Se supone que este movimiento detendrá a AfD. Esto debería llegar a los votantes que se han alejado de los partidos clásicos, por ejemplo, en dirección a AfD, afirmó.
Asimismo, Wagenknecht apuntó que hay mucha gente en Alemania que «se siente abandonada». Y eso no es sólo un sentimiento, declaró y recordó que mucha gente tiene un ingreso real más bajo que hace 20 años.
El movimiento tiene más de 80 iniciadores, incluyendo políticos del partido de La Izquierda, los Verdes y el Partido Socialdemócrata (SPD), muchos escritores, artistas y profesores, dijo Wagenknecht.
«Aufstehen» no se ve a sí mismo como un nuevo partido, sino como una alianza que quiere alcanzar nuevas mayorías en Alemania, comentó. «No quiero hacer política de oposición permanentemente», declaró. El objetivo a medio plazo: fijar el rumbo de un Gobierno de izquierdas, adelantó.
Los líderes de la Izquierda, el SPD y los Verdes se muestran escépticos con respecto al nuevo movimiento. Temen que esto pueda dividir aún más a la izquierda política. «Lo que Wagenknecht y Lafontaine están haciendo no es un movimiento, sino una lucha de poder dentro del partido de La Izquierda», dijo el secretario general del SPD, Lars Klingbeil, a los periódicos del grupo mediático Funke.
Mientras, el primer ministro de Turingia, Bodo Ramelow, de La Izquierda, considera la iniciativa un error. «Un movimiento debe originarse desde abajo y no en un partido», dijo al grupo editorial alemán RND.
Además, de acuerdo con un sondeo presentado hoy, la mayoría de los alemanes no cree en el éxito del nuevo movimiento. Más del 62 por ciento de los encuestados piensa que el movimiento no podrá establecerse a largo plazo, según una encuesta realizada por Civey para el portal de noticias alemán «t-online.de».
Sólo un poco menos de una quinta parte de los aproximadamente 5.000 encuestados cree que el movimiento tiene una oportunidad a largo plazo en la política (19,8 por ciento). Entre los seguidores, sin embargo, sólo el 6,5 por ciento estaba completamente convencido del éxito.
Sin embargo, Wagenknecht lo tiene claro y no cejará en su empeño: «Estoy cansada de dejar las calles a [el movimiento islamófobo] Pegida y a la derecha».
Por Almudena de Cabo (dpa)