Berlín/Múnich, 20 oct (dpa) – El secretario general de la Asociación Alemana de Agricultores, Bernhard Krüsken, alertó que «los caprichos del clima de este año, con inundaciones y una prolongada humedad, están repercutiendo sobre el cultivo de calabazas».
Aún no se dispone de cifras, por lo que es difícil predecir los precios para los consumidores. Sin embargo, las condiciones hablan en contra de una buena cosecha. Una de las razones es que la elevada humedad aumenta la probabilidad de enfermedades en las calabazas.
Sin embargo, la Asociación Central de Horticultura afirma que la situación varía mucho de una región a otra de Alemania.
La Cámara de Agricultura de Renania del Norte-Westfalia, donde reside la segunda mayor superficie de cultivo de calabazas, anunció recientemente que las pérdidas por podredumbre eran este año más elevadas de lo habitual.
La Asociación de Agricultores de Baviera aún no ha emitido previsiones. Sin embargo, también en este caso apuntan a fuertes lluvias y humedad persistente.
En Baden-Württemberg, el cuarto estado alemán productor de calabazas después de Renania-Palatinado, la gente seguía siendo optimista a principios de septiembre. El suministro de calabazas era al menos satisfactorio, según el Ministerio de Agricultura local en aquel momento.
La mayoría de las calabazas que se venden en Alemania proceden de la producción nacional. Según la asociación de agricultores, sólo se importa alrededor del 10 %, procedente de España, los Países Bajos o Sudáfrica.
Además de su uso como alimento, la calabaza también es popular como decoración, por ejemplo en las celebraciones de Halloween. Esta fiesta, cada vez más popular en Alemania, se celebra el 31 de octubre.