Berlín, 5 abr (dpa) – Un activista que está en huelga de hambre hace 30 días en Berlín llamó hoy al canciller alemán, Olaf Scholz, a comprometerse públicamente a efectuar un cambio radical en su política climática.
El ingeniero Wolfgang Metzeler-Kick, que no come desde el 7 de marzo, dijo que está preparado para morir de ser necesario. Un segundo activista de 49 años se le sumó hace 12 días.
Los dos están viviendo en tiendas en el parque Spreebogenpark del distrito gubernamental de Berlín que se encuentra entre la sede del Parlamento y la Cancillería.
Con su campaña, titulada «Pasen hambre hasta ser honestos», quieren asegurarse de que Scholz emita un comunicado de gobierno sobre la crisis causada por el cambio climático diciendo que la «continuidad de la civilización humana se encuentra en peligro extremo debido a la crisis climática».
Los activistas piden a Scholz que tome conciencia del problema. «Debemos cambiar radicalmente el curso, aunque sea con años de retraso», señaló hoy Metzeler-Kick en conferencia de prensa.
«Paso hambre por la honestidad y estoy dispuesto a morir para que la verdad salga a la luz», afirmó. Añadió que está dispuesto a avanzar con su huelga de hambre «hasta el máximo». Explicó que el próximo paso sería dejar de tomar jugo, que los dos activistas aún beben.
Si él muriera, los hechos sobre el calentamiento global y sus consecuencias -incluidas tormentas, sequías, inundaciones y hambrunas- serían «arrancados de las sombras», dijo el ingeniero medioambiental. «Es un maldito gran sacrificio», añadió.
De acuerdo con un médico que supervisa la salud de los dos huelguistas, los dos están en una condición estable. En casos extremos, las personas pueden sobrevivir a una huelga de hambre por 50 a 70 días.
El grupo de activistas climáticos Scientist Rebellion llamó a sus seguidores a no comer uno o dos días en señal de solidaridad.