(dpa) – Hacía casi una década que no se registraban casos de poliomielitis en Estados Unidos, y en el estado de Nueva York incluso desde hace más de 20 años. La contagiosa enfermedad infecciosa se consideraba erradicada en ese país.
Sin embargo, en julio de este año, un joven al norte de la metrópoli de Nueva York se infectó con el virus y ahora sus piernas están parcialmente paralizadas. Desde entonces, se han detectado repetidamente poliovirus en las aguas residuales de varias comunidades del Estado y también en la ciudad de Nueva York.
«Cuando se tiene un paciente de poliomielitis con parálisis, se sabe inmediatamente que hay un problema mayor», señaló recientemente Sabine Diedrich, experta alemana en poliomielitis del Instituto Robert Koch (RKI) de Berlín. La académica explicó que solo en uno de cada 200 casos la infección conduce a la parálisis irreversible típica de la poliomielitis, y eso solo en los no vacunados. Por lo tanto, un caso de este tipo puede significar cientos de personas infectadas sin síntomas en la región.
La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, declaró el estado de emergencia, aludiendo que el riesgo es alto para las personas que no se han vacunado contra la poliomielitis. Asimismo, hizo un llamamiento a todos los residentes para que se pongan al día con las vacunas si no lo están.
«Si su hijo no está vacunado o su estado de inmunización no está al día, el riesgo de una variante paralizante es real», advirtió la comisionada de Salud del estado de Nueva York, Mary Bassett, a todos los padres. Según las autoridades, alrededor del 14 por ciento de los niños de entre seis meses y cinco años no están vacunados o no están completamente vacunados contra la polio en la metrópoli. La vacunación rutinaria, como la de la polio, se interrumpió en muchos países durante los años de la pandemia.
La enfermedad, que a menudo se transmite a través del contacto directo con una persona infectada o a través del agua, puede desencadenar una parálisis y llevar a la muerte; los niños pequeños, en particular, pueden sufrir una parálisis permanente.
Antes de la introducción de las vacunas, había miles de enfermos y cientos de muertos cada año en países industrializados como Alemania, por ejemplo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las campañas mundiales de vacunación iniciadas en 1988 han salvado hasta ahora a unos 20 millones de personas de la parálisis y a un millón y medio de la muerte. En la actualidad, sin embargo, las tasas de vacunación son demasiado bajas en muchos lugares.
No solo los Estados Unidos se ven afectados. En Israel, el agente patógeno se detectó por primera vez en un niño de cuatro años en Jerusalén a principios de marzo. Posteriormente, se detectaron más casos y se encontraron poliovirus en las aguas residuales de varias ciudades del país. En Londres, las autoridades sanitarias encontraron en junio repetidamente poliovirus en muestras de aguas residuales. Según cifras del Gobierno, en esta ciudad hay decenas de miles de niños que están en peligro.
Los agentes patógenos detectados en los tres países no son el tipo salvaje del virus de la polio, sino de virus resultantes de la vacunación oral con agentes patógenos de la polio atenuados pero vivos. Estos pueden ser excretados por las personas vacunadas hasta seis semanas después de la vacunación, y al principio, la infección también es posible a través de la saliva y las secreciones de la garganta. Según los expertos, otros países también podrían verse asimismo afectados.
Israel utiliza vacunas orales de virus vivos (OPV), pero Estados Unidos, Gran Bretaña y Alemania utilizan desde hace tiempo vacunas inactivadas (IPV), obtenidas a partir de organismos muertos. Es probable que los agentes patógenos que circulan en Londres y Nueva York hayan sido introducidos inicialmente por personas que hayan recibido en sus países de origen la todavía extendida vacunación oral.
La OMS ha añadido ahora a Estados Unidos a la lista de países, actualmente unos 30, en los que se están propagando poliovirus derivados de vacunas. «Estados Unidos está tomando todas las medidas apropiadas para prevenir nuevos casos de parálisis», aseguró la agencia sanitaria estadounidense CDC. Para la poliomielitis no existe cura.
Especialmente en África y Asia, la vacunación oral con vacunas vivas sigue siendo muy utilizada. El bajísimo riesgo de que se produzca un caso de poliomielitis vacunal se acepta a favor de la inmunización a gran escala de la población.
Tras el brote de poliomielitis en Nueva York, Estados Unidos también está considerando reintroducir la vacunación oral. Mientras tanto, existe una nueva vacuna viva con un virus que se reproduce menos y no puede ser excretado durante tanto tiempo. «Desde el brote en Nueva York, hemos decidido que tenemos que echar un nuevo vistazo a la polio», aseveró Oliver Brooks, presidente de un grupo de trabajo de los centros CDC sobre el tema, en entrevista con la cadena de televisión CNBC. «No nos queda alternativa», puntualizó.
En Alemania se vacuna a los bebés a partir de los dos meses de edad. Según Sabine Diedrich, la tasa media nacional de vacunación ronda el 90 por ciento. «Eso no es suficiente», subrayó.
Uno de los problemas de este país, prosiguió la experta, es que han desaparecido de la memoria colectiva las terribles consecuencias que tuvo, y podría volver a tener, la polio para innumerables niños. «Esto no debe tomarse a la ligera bajo ninguna circunstancia», concluyó.
Por Christina Horsten (dpa)