Rangún, 3 sep (dpa) – Un tribunal de Myanmar (antigua Birmania) condenó hoy a siete años de cárcel a dos periodistas de la agencia británica Reuters por estar en posesión de secretos estatales, pese a los numerosos llamamientos en favor de su libertad.
Wa Lone, de 32 años, y Kyaw Soe Oo, de 28, fueron detenidos en Rangún en diciembre en base al Acta de Secretos Oficiales cuando investigaban la masacre de diez hombres y niños de la etnia rohingya en el estado occidental de Rajine a manos del Ejército.
En declaraciones a un grupo de personas que lo apoyaban, Wa señaló en el tribunal que no tiene miedo. «Creo en la democracia y la libertad», dijo. «No he hecho nada malo».
Ambos reporteros se declaran inocentes. Myanmar, un país de mayoría budista que es gobernado por la Premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi junto con los militares, está en el foco de las críticas internacionales por la expulsión en masa de la población rohingya, de religión musulmana.
Los dos periodistas, que son birmanos, investigaban la muerte de los habitantes de un poblado. Para ello se reunieron con agentes de la Policía, que les pusieron unos papeles en la mano y a continuación los detuvieron. Por ello, afirman haber caído en una trampa.
«Pueden meternos en la cárcel, pero no podrán cerrar los ojos y los oídos de las personas», declaró por su parte Kyaw Soe Oo.
La ley sobre secretos estatales en base a la que fueron condenados data de la época colonial, del año 1923. El juez Ye Lwin afirmó que también en los teléfonos de los reporteros se habían encontrado documentos secretos y que ambos ya habían intentado en el pasado «muchas veces acceder a documentos secretos». «No se comportaron como periodistas normales», añadió.
El fallo fue seguido por varios diplomáticos de países extranjeros presentes en la sala, pero no se cumplió el pedido de libertad que habían hecho entre otros la ONU, Estados Unidos y la Unión Europea (UE).
El presidente y editor en jefe de Reuters, Stephen Adler, calificó la sentencia como «un gran paso atrás en la transición de Myanmar a la democracia» que no encaja con la libertad de expresión y la legalidad y «debe ser corregida por el Gobierno birmano de manera urgente».
Estos dos reporteros «ya han pasado casi nueve meses en prisión bajo cargos falsos creados para silenciar su información e intimidar a la prensa», indicó Adler en un comunicado.
El embajador estadounidense en Myanmar, Scot Marciel, condenó también la sentencia. «Es triste obviamente para Wa Lone y Kyaw Soe Oo (…) y para el pueblo de Myanmar, que ha trabajado tan duro para promover las libertades fundamentales, entre ellas la libertad de prensa», declaró a dpa.
«Pienso que otros se preguntarán si este fallo mejora la confianza de los ciudadanos en su sistema de justicia», añadió.
También la ONU exigió la liberación de ambos periodistas. «Naciones Unidas ha pedido la puesta en libertad de los periodistas de Reuters y urge a las autoridades a respetar su derecho a perseguir la libertad de prensa y expresión», señala en un comunicado el coordinador humanitario de la ONU en Birmania, Knut Ostby.
Los dos «deben volver con sus familias y continuar su trabajo como periodistas», destaca. También la UE exigió su inmediata puesta en libertad.
Aung San Suu Kyi enfrenta duras críticas desde hace tiempo por la expulsión de los rohingya. Por temor a ser perseguidos han huido de Myanmar (de mayoría budista) desde el año pasado más de 700.000 musulmanes, que cruzaron al vecino Bangladesh, un país de mayoría islámica. Suu Kyi ostenta el puesto de «asesora del Estado», pero en los hechos es quien está al frente de un Gobierno, en el que varios puestos clave están en manos de generales. La ONU exigió la semana pasada que varios de ellos fueran juzgados por una corte penal internacional.
El abogado de los periodistas, Khin Maung Zaw, afirmó que el fallo «es malo para la libertad de prensa, para la democracia y malo para Myanmar».
La organización de derechos humanos Human Rights Watch habló de «una recaída en la represión de los medios como en la época de la junta militar». Desde el año pasado fueron detenidos en el país al menos 11 reporteros, denunció.
En otros países del sudeste asiático ha habido últimamente también sentencias contra la prensa. En Camboya fue condenado a seis años por espionaje un documentalista australiano la semana pasada. La región se encuentra en los últimos puestos de la lista de libertad de expresión de Reporteros Sin Fronteras. Myanmar ocupa el lugar 137 de 180.
Por Rik Glauert (dpa)