Berlín, 2 jul (dpa) – El Bundestag aprobó hoy el segundo presupuesto suplementario presentado por el Gobierno como parte del paquete de estímulo económico frente a la crisis originada por el coronavirus.
La aprobación supone que el Estado alemán contraerá este año una deuda de casi 218.000 millones de euros (246.000 millones de dólares), alcanzando así un nivel nunca visto hasta ahora.
El vicecanciller alemán, Olaf Scholz, manifestó en su intervención en la Cámara Baja del Parlamento alemán que no se recortarán las prestaciones sociales a pesar de la crisis provocada por la pandemia.
«No vamos a ahorrar contra esta crisis y no vamos a tocar el estado de bienestar, que tan eficientemente nos está sosteniendo durante estos momentos, sino que lo ampliaremos», declaró el también ministro alemán de Finanzas.
El presupuesto aprobado hoy está dirigido a financiar medidas como la reducción del Impuesto al Valor Aplicado (IVA) del 19 por ciento al 16 por ciento, aprobado el lunes por el propio Parlamento y ya en vigencia desde el miércoles, o un bono para familias de 300 euros (338 dólares) por cada hijo.
Además, las pequeñas y medianas empresas, que han sufrido caídas particularmente graves en sus ventas debido a la crisis, recibirán una ayuda puente de casi 25.000 millones de euros.
El presupuesto suplementario también tiene en cuenta la última estimación de impuestos. El Gobierno federal asume que debido a la crisis, dejarán de recaudarse unos 40.500 millones de euros menos en impuestos de lo que se pensaba a principios de año.
Está previsto que el segundo presupuesto adicional aumente la tasa de endeudamiento de menos de 60 a más de 75 por ciento.
A finales de marzo, el Bundestag aprobó un primer presupuesto suplementario de 156.000 millones de euros para financiar varios paquetes de ayuda. A cambio, suspendió temporalmente el límite de endeudamiento presupuestario contemplado en la Ley Fundamental, la constitución alemana.
Scholz planea devolver la mayoría de los nuevos préstamos dentro de 20 años a partir de 2023. Muchos economistas, así como Los Verdes y La Izquierda, lo consideran demasiado ambicioso, ya que temen que se ahorre en áreas importantes en los próximos años solo para hacer frente al pago.
Por su parte, el Bundesbank anunció a principios de año que la deuda pública alemana se redujo el año pasado en 16.000 millones de euros, lo que implicó que la relación entre la deuda y el producto interno bruto (PIB) cayó hasta el 59,8 por ciento.
Esto supuso que la deuda de la mayor economía de Europa se situase, por primera vez desde 2002, por debajo de la marca del 60 por ciento, establecida en los conocidos como criterios de Maastricht.