El Salón de Plenos del Ayuntamiento de Oviedo se convirtió este mediodía en una pequeña fiesta: la de recibimiento de los pequeños saharauis refugiados en los campamentos del Tinduf que pasan este verano con familias del municipio. Una recepción menos formal que de costumbre, pero muy emocionante, en la que participaron miembros de toda la corporación, con el alcalde Wenceslao López a la cabeza.
«Vacaciones en paz» es un programa de ámbito asturiano en el que Oviedo participa activamente desde el año 2000 y que ha permitido que, desde esa fecha, hayan venido 565 niñas y niños saharauis a la ciudad.
Se trata de una oportunidad para que niños y niñas, con edades entre nueve y doce años, escapen durante un par de meses del asfixiante verano del desierto (temperaturas que pasan de los cincuenta grados), puedan alimentarse mejor, tener revisiones pediátricas y ampliar su conocimiento del mundo.
Para las familias de acogida es la manera de acercarse también a otra realidad: la de estos pequeños refugiados, para apoyarles y demostrarles su solidaridad.
Subvenciones para servicios básicos y alimentos
El Ayuntamiento de Oviedo ha aportado en este ejercicio 38.000 euros de subvención a la Asociación de Asturiana de Amigos del Pueblo Saharaui. Una cantidad que se reparte entre el programa Vacaciones en paz y otras inversiones de apoyo logístico a los refugiados.
En este caso, la aportación municipal ha contribuido a la adquisición de seis vehículos todo terreno destinados a la atención de servicios básicos de los campamentos (distribución de medicamentos y desplazamiento del personal de educación).
Además, para paliar el agotamiento de la reserva de seguridad de alimentos que padecen en los campamentos, se ha destinado este año una cantidad de 20.000 euros de ayuda humanitaria y de emergencia.