Bayreuth (Alemania), 28 jul (dpa) – La ópera «Los maestros cantores de Núremberg» parece convertirse en un éxito permanente del Festival de Bayreuth, ya que fue nuevamente ovacionada en su tercer año consecutivo en el programa del evento de música wagneriana.
La puesta en escena del director Barrie Kosky fue aclamada por el público el sábado por la noche, en una versión que no presentó casi modificaciones en el elenco de los roles pricipales de la obra desde su estreno en 2017, a excepción del papel de Eva, interpretado ahora por Camilly Nylund.
Esto pone de manifiesto también la coherencia de esta producción altamente política, que coloca el muy citado y criticado antisemitismo de Richard Wagner en el foco de la reflexión.
Así hubo minutos de aplausos -y sólo un abucheo solitario- después de la representación cuando, al final del segundo acto, se eleva la enorme imagen distorsionada de un judío, proveniente del periódico nazi «Stürmer».
Kosky y su equipo no aparecieron en el escenario este año, por lo que los cantantes, el coro y la orquesta del director Philippe Jordan tuvieron más tiempo para disfrutar el aplauso.
Sobre todo brillaron los caballeros de la obra, en especial Michael Volle como Hans Sachs, el alter ego de Richard Wagner, cuya presencia escénica sólo se ve superada por su voz.
También brillante: Johannes Martin Kränzle como Beckmesser y Klaus Florian Vogt como Stolzing, quien es capaz de cantar casi cualquier cosa en Bayreuth -y lo hace muy bien. Además de en la obra «Los maestros cantores de Núremberg», este año también se le puede ver en varias actuaciones como «Lohengrin», para lo que Vogt cedió su papel principal en «Parsifal» a Andreas Schager.