SINC – Según revela el Boletín anual de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), entre 1990 y 2013 el forzamiento radiativo –que provoca un efecto de calentamiento del clima– experimentó un incremento del 34% a causa de los gases de efecto invernadero de larga duración, tales como el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4) y el óxido nitroso (N2O).
En 2013 la concentración de CO2 en la atmósfera alcanzó el 142% del nivel de la era preindustrial (antes de 1750), el de metano el 253% y el de óxido nitroso el 121%.
Asimismo, las observaciones de la red de la Vigilancia de la Atmósfera Global (VAG) de la OMM revelaron que los niveles de CO2 habían aumentado más entre 2012 y 2013 que durante cualquier otro año desde 1984.
Datos preliminares apuntan a que ese aumento posiblemente obedezca a la reducción de la cantidad de CO2 absorbida por la biosfera de la Tierra, sumado al incremento constante de las emisiones de ese gas.
“Tenemos la absoluta certeza de que el clima está cambiando y de que las condiciones meteorológicas son cada vez más extremas debido a actividades humanas como la quema de combustibles fósiles”, afirmó el secretario general de la OMM, Michel Jarraud. “El dióxido de carbono –añade– permanece en la atmósfera durante cientos de años y en el océano aún mucho más. Las emisiones de CO2 del pasado, presente y futuro tendrán un efecto acumulativo tanto en el calentamiento de la Tierra como en la acidificación de los océanos. Las leyes de la física no son negociables”.
El Boletín de la OMM informa sobre los gases de efecto invernadero de las concentraciones atmosféricas, y no de las emisiones de esos gases.