Hoy lunes WWF España ha informado de un nuevo paso para la conservación del lince ibérico, pues es noticia la introducción de dos nuevas poblaciones de lince ibérico en Cuenca y Palencia.
Esta organización subrayó que estas nuevas poblaciones, unidas a las recientemente creadas en Murcia y Granada, contribuyen al objetivo de alcanzar las 750 hembras y entre 3.000 y 3.500 ejemplares para considerar al lince de forma definitiva una especie fuera de peligro.
El lince ibérico pasó el pasado junio de la categoría ‘en peligro’ a ‘vulnerable’ en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Según el último censo del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, 2.021 linces ibéricos convivían en la península en 2021, lo que supone un aumento de un 21% respecto a 2022, cuando había 1.668, y un nuevo récord desde 2002, cuando comenzaron los primeros programas de conservación de esta especie de felino con apenas 94 ejemplares.
Las nuevas poblaciones suponen la introducción de 10 ejemplares repartidos entre los espacios naturales de La Veguilla y Sierra Jarameña (Cuenca), y el Cerrato Palentino (Palencia). Estas se sumarán a las creadas recientemente en 2023 de Tierras Altas de Lorca (Murcia) y Sierra Arana (Granada), donde este año también se liberarán linces.
“INTRODUCCIONES BENIGNAS”
Las introducciones en Cuenca y Palencia tienen un carácter especial, ya que no existen datos que confirmen la presencia del lince ibérico en esas zonas en el pasado, por lo que, según WWF, se consideran “introducciones benignas” al establecerse fuera del área de distribución histórica de la especie.
Con el aumento de las temperaturas globales y el creciente estrés ambiental en los ecosistemas del sur de la península ibérica, la expansión hacia áreas más septentrionales podría ofrecer en el futuro hábitats más adecuados que actuarían como refugios climáticos para los linces ibéricos.
Estas nuevas poblaciones no solo contribuirán a la diversificación genética y a la expansión del área de distribución de la especie, sino que también aumentarán la resiliencia del lince ibérico frente a los cambios ambientales previstos para las próximas décadas.
“Los efectos de la crisis climática nos han llevado a buscar zonas alternativas donde poder expandir el territorio del lince ibérico y garantizar hábitats que permitan la supervivencia y crecimiento de estas nuevas poblaciones”, indicó Ramón Pérez de Ayala, experto en lince ibérico de WWF España.