Hoy viernes en el Museo Arqueológico de Asturias se han presentado varias piezas de la Tardoantigüedad que se han incorporado a la colección permanente. La consejera de Cultura, Política Llingüística y Deporte del Principado, Vanessa Gutiérrez, ha presidido el acto de presentación.
La consejera de Cultura, Política Llingüística y Deporte, Vanessa Gutiérrez, ha presidido el acto de presentación de las nuevas piezas de la Tardoantigüedad que se han incorporado a la colección permanente del Museo Arqueológico de Asturias. Se trata de una inscripción funeraria romana de Paredes (Siero), un tremís de la época de Recaredo hallado en el Castillo de Gauzón (Castrillón) y un ajuar de tumba de la necrópolis de la iglesia de San Pedro de Vigaña (Belmonte de Miranda).
“Nos últimos años esta institución vien aportando nuevos descubrimientos fundamentales pal conocimientu del pasáu d’Asturies, qu’a la vez posibiliten investigaciones riguroses y fundamentales pa poner lluz sobre periodos inda desconocíos de la nuestra historia”, ha señalado la consejera. “Ye fundamental reconocer el llabor tanto de les persones que lo faen posibles como’l papel del Muséu amosando les sos colecciones y el saber que se despriende d’elles al conxuntu de la ciudadanía”, ha agregado.
Gutiérrez ha destacado el papel de la educación y la investigación en estos espacios, una temática que centra la programación del Día Internacional de los Museos y en la que se enmarca la llegada de estas piezas arqueológicas de enorme valor patrimonial e histórico.
La titular de Cultura también ha subrayado la actividad que se organiza a lo largo de todo el año destinada a públicos de diferentes edades, combinada con el “trabayu esmeráu d’años de les nuestres y nuestros investigadores, que malapenes ye reconocíu cuando les sos conclusiones ven la lluz en forma de publicaciones, pero que signifiquen munchos años d’análisis rigurosos y precisos, en necesaria collaboración ente instituciones y persones espertes”.
Durante su intervención, Vanessa Gutiérrez ha valorado los trabajos que se están realizando para la elaboración de la nueva ley de equipamientos museísticos de Asturias y ha citado algunas de las novedades que incorporará la norma para adaptar estos equipamientos a los nuevos tiempos. La sostenibilidad y la diversidad se establecen como principios fundamentales en el desarrollo de las funciones museísticas. Al mismo tiempo, en la futura norma se abordarán las innovaciones museográficas y las nuevas realidades sociales y culturales, así como el desarrollo de una regulación para garantizar la adecuada coordinación entre centros.
Tremís de Recaredo I (586‐601) hallado en el Castillo de Gauzón (Castrillón)
El tremís de Recaredo I fue hallado en un contexto arqueológico datado entre los siglos XI y XII, en un espacio situado en el interior de la plataforma superior del Castillo de Gauzón. La moneda se descubrió durante las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en la citada fortaleza en 2013. Se trata del primer tremís de Recaredo que se documenta en una excavación de este tipo y fue entregado por el Ayuntamiento de Castrillón al Museo Arqueológico de Asturias.
Los vestigios del Castillo de Gauzón se localizan en el peñón de Raíces, promontorio que domina la bocana de la ría de Avilés. Las campañas arqueológicas han identificado niveles de ocupación correspondientes a la Tardoantigüedad (siglos VI‐VII), el Reino de Asturias (siglos VIII‐X), Condal‐tenencial (siglos X‐XII), Orden de Santiago (siglos XIII‐XIV) y un último momento correspondiente a las guerras civiles castellanas de la segunda mitad del siglo XIV.
El ejemplar es una moneda denominada tremís, tremissis en latín, que significa tercio. Fue acuñado en la ceca de Casaracosta (Caesaraugusta/ Zaragoza), una civitas que emitió monedas propias desde Leogivildo hasta Aquila. Su estudio ha permitido determinar que se trata de una nueva variante de tremís acuñado en Caesaraugusta no identificada hasta ahora. Su particularidad más destacada es que presenta una ‘S’ retrógada en la leyenda del anverso, lo que la convierte en un ejemplar inédito. La moneda muestra en el anverso el busto del rey de frente, con paludamentum y una fíbula circular que sostiene el manto. Los rasgos del monarca están muy simplificados y lleva el cabello largo, un hecho característico de los reyes visigodos. Esta iconografía fue introducida por Leovigildo y se inspira en la bizantina.
La leyenda ‘RECCAREdUS RE’ que figura en la moneda hace referencia al nombre de la ceca donde se emitió, Cesaracosta.
El tremís de Gauzón, que pesa 1,45 gramos, fue analizado empleando la técnica de espectrometría de fluorescencia de rayos X en la Universidad de Oviedo para conocer su composición. La investigación determinó que la moneda está hecha de una aleación de un 74,52% de oro, un 22,23% de plata y un 0,96% de cobre.
Ajuar de tumba de la necrópolis de la iglesia de San Pedro de Vigaña (Belmonte de Miranda)
El ajuar procede de la excavación arqueológica llevada a cabo en 2013 por la catedrática de Historia Medieval de la Universidad de Oviedo Margarita Fernández Mier en el entorno de la iglesia de Vigaña. Las investigaciones realizadas documentan la intensa ocupación de la necrópolis de San Pedru durante la Edad Media. Los enterramientos más antiguos se remontan a los siglos VI y VII d. C.
De los 46 enterramientos excavados en la necrópolis, sólo uno, datado en la primera mitad del VII d.C, responde a la tipología de enterramiento vestido, en el que el individuo va acompañado de un rico ajuar, destacando una spatha tipo scramasax, un armamento excepcional en Asturias. La presencia de estos objetos ornamentales aporta información sobre las diferencias sociales en la alta Edad Media, los ritos asociados al enterramiento y las conexiones de las aldeas a nivel supralocal, con acceso a la circulación de elementos de prestigio.
El ajuar estaba compuesto por una espada de 54 centímetros de largo de un solo filo tipo scramasax y funda de madera y piel, de la que se conservan restos de fibra y parte de un asa en forma de ‘C’ con anclaje remachado. También se halló una hebilla de bronce con aguja unida a tres remaches‐grapa en forma de omega. Sobre la cabeza del fémur derecho se descrubiró una hebilla de hierro con parte de su aguja, relacionada con el cinturón del que colgaba la espada.
El ajuar se completa con un cuchillo de hierro con restos del puño de madera al que se asociaba una plaquita cruciforme también de hierro, un briquet, un punzón biapuntado de hierro y una pieza de sílex.
Inscripción funeraria romana de Paredes (Siero)
La inscripción funeraria romana fue localizada durante los trabajos de revisión de los yacimientos del Inventario Arqueológico de Siero a lo largo de 2020 y 2021. En una de esas prospecciones, en el entorno del yacimiento de la Villa de Paredes, en Lugones/Llugones, fue hallada esta pieza funeraria, empotrada en uno de los muros de una construcción destinada a taller, propiedad de un vecino de San Félix que donó la pieza al Museo Arqueológico de Asturias después de que el equipo técnico de la Consejería de Cultura la extrajera cuidadosamente del muro.
La inscripción funeraria corresponde a un epitafio de un individuo llamado Camulo Vigano, fallecido a los 22 años de edad, inscrito sobre un bloque de arenisca ferruginosa, obtenido a partir del recorte de una basa o capitel, posiblemente procedente de la cercana villa de Paredes, pues la inmediatez a la necrópolis tardorromana del mismo nombre, vinculada con la misma villa y datada entre los siglos IV y V d.C., ha llevado a los investigadores a relacionarlo con ella.