Hisdesat ha informado de la nueva fecha de lanzamiento del primer satélite SpainSat NG-I, que en principio se barajaba para septiembre pero ahora calcula que tendrá lugar a finales de noviembre.
«Si no pasa nada y si todo va bien» se cumplirá con la nueva fecha, según puntualizó el director general de Hisdesat, Miguel Ángel García Primo. El satélite, que volará en un cohete Falcon 9 de SpaceX, se encuentra en las instalaciones de Airbus en Toulouse, Francia, a la espera de las últimas pruebas de vacío térmico, vibración, ensayos mecánicos y funcionales.
El satélite se trasladó a Francia sin haber sido visitado por las autoridades, a diferencia del SpainSat NG-II, que está siendo ensamblado en las instalaciones de Thales Alenia Space en Tres Cantos (Madrid), y lo visitaron la ministra de Defensa, Margarita Robles, y la secretaria de Estado de Defensa, María Amparo Valcarce.
Robles afirmó: «Nadie puede concebir hoy en día nuestro propio modo de vivir en paz si no tenemos en cuenta dominios como el espacio y quiero que nuestras Fuerzas Armadas tengan seguridad. Yo hablo con los más de 3.000 hombres y mujeres que están en misiones de paz muy complicadas y difíciles en Irak, en Líbano, en África, conocemos la de Mali, pero ahí están también en Yibuti, en Somalia… Lo hacemos siempre en las comunicaciones a través de satélite y tenemos la obligación de velar para que ellos tengan la protección suficiente».
Los SpainSat se van a lanzar con el objetivo de que las Fuerzas Armadas españolas y de sus aliados cuenten con comunicaciones seguras y resilientes. De hecho, el presidente de Hisdesat, almirante Santiago Bolíbar, los considera «los más modernos de Europa y casi dentro de los diez más modernos del mundo».
Ambos estarán en órbita geoestacionaria a distancia aproximada de 36.000 kilómetros y pretenden cubrir dos tercios de la Tierra, de Estados Unidos a Singapur. Una de las innovaciones es que operarán en tres bandas.
En otras palabras, según detalló García Primo, los satélites están protegidos contra el pulso electromagnético que puede generar una explosión nuclear en la alta atmósfera y cuentan con antenas capaces de geolocalizar cualquier interferencia y cancelarla, además de unos sistemas de mando y control protegidos contra ciberataques u otras señales «de muy alta potencia» que puedan recibir.
Valcarce remarcó que «la situación geoestratégica hace necesaria unas Fuerzas Armadas con capacidades modernas que las sitúen en vanguardia y esto sólo puede ser en términos de innovación y de desarrollo tecnológico» y que «para ello es esencial realizar un uso eficaz de las capacidades dirigidas a lo que aquí se ha llamado el dominio del espacio».