Cada plan tiene su momento, y con noviembre de 2025 las castañas vuelven a la mente: sabores de otoño que ofrecen variedad y ocio activo al aire libre.

Cómo y dónde recoger castañas en noviembre
Con la caída de las hojas, los castaños comienzan a soltar sus frutos. Pero no todo lo que cae está libre para coger. Antes de lanzarse al monte, conviene saber:
- Si los castaños están en una finca privada, lo mejor es pedir permiso. Y si se trata de una explotación activa, ofrecer al dueño una cantidad justa y razonable puede ser lo correcto: quizás sea parte de su trabajo.
- En espacios públicos como montes comunales o caminos rurales, la recogida suele estar permitida, siempre con respeto. También conviene recoger solo la cantidad que se vaya a consumir: así se contribuye al equilibrio del entorno y se permite que otros puedan disfrutar la experiencia sin encontrarse el suelo vacío.
- Normas básicas: no romper ramas, no usar herramientas agresivas, no dejar basura.
- Cuándo ir: cada persona tiene su momento. Hay quien prefiere madrugar, y quien elige la tarde para desconectar del trabajo y reconectar con la naturaleza. Lo importante es hacerlo con calma y atención.
Recoger castañas no es solo una actividad: es una forma de estar en el paisaje sin alterarlo.
Qué llevar para una jornada castañera
Siempre es importante elegir buena ropa, calzado y otros elementos que faciliten la experiencia:
- Ropa cómoda y resistente: pantalones largos, chaqueta impermeable, gorro si hace frío.
- Calzado adecuado: botas o zapatillas de monte, con buen agarre.
- Guantes: para evitar pinchazos y facilitar la recogida.
- Cesta o bolsa de tela: nunca plástico, que puede dañar el entorno.
- Agua y algo de comida: si se va en grupo, un termo con café o chocolate siempre suma.
- Linterna: si se elige ir a media tarde, puede ser útil para volver por sendas en las que quizás no haya luz.
Y si hay niños, convertir la salida en juego: quién encuentra la castaña más grande, la más brillante, la más escondida.
Cómo pelarlas, cocerlas y conservarlas
Una vez en casa, empieza el ritual. Las castañas requieren mimo:
- Para pelarlas: hacer un corte superficial antes de cocerlas ayuda a que la piel se desprenda.
- Cocidas: en agua con sal durante 20–25 minutos.
- Al horno: con corte previo, a 200 °C unos 25 minutos.
- Conservación: pueden congelarse peladas, guardarse en almíbar o convertirse en puré para repostería.
El aroma que desprenden al cocerse es, para muchos, el verdadero olor del otoño.
Recetas dulces con castañas
Las castañas no solo se comen al natural. También se transforman en dulces que reconfortan:
- Mermelada de castañas con vainilla: cocer, triturar, añadir azúcar y esencia. Ideal para tostadas o rellenos.
- Pastel de castañas y chocolate: mezcla de puré de castañas, cacao, huevos y mantequilla. Textura densa, sabor profundo.
- Tarta de otoño: base de galleta, crema de castañas, manzana caramelizada y toque de canela.
Son recetas sencillas, con ingredientes accesibles, que permiten aprovechar lo recogido y compartirlo en casa.
Castañas como símbolo del otoño
En muchas regiones y países, las castañas, además de formar parte del paisaje que nos ofrece el otoño, están presentes en fiestas populares, reuniones de vecinos e incluso en actividades escolares. La tradición sigue viva, y no es de extrañar ver a abuelos con sus nietos, o a toda la familia colaborando para poner sabor a la vida con uno de los productos que nos regala la naturaleza.
¿Salir a por castañas? Un buen plan. Pero recuerda siempre respetar el entorno y hacer todo lo que esté en tus manos para que esa tradición perdure en el tiempo.