Buenos Aires, 2 oct (dpa) – La economía argentina continuará en recesión «durante un tiempo», declaró hoy el ministro de Economía argentino, Nicolás Dujovne, al reconocer que al país sudamericano le espera «un momento duro y difícil».
«La economía argentina está en recesión, va a estar en recesión por un tiempo. Lo importante es que tenemos un piloto de tormentas, el presidente (Mauricio Macri), que realmente con mucha valentía ha decidido avanzar en las medidas que hacían falta para estabilizar la situación, que es acelerar el camino hacia el equilibrio fiscal», afirmó Dujovne en declaraciones a la radio La Red.
El ministro advirtió que quedan «momentos duros por delante». «Pero hemos logrado evitar una crisis. Estamos atravesando una recesión que es dura y difícil, pero manteniendo las reglas de juego con las que entramos en este proceso», remarcó.
El jefe del Palacio de Hacienda explicó que entre las causas de la recesión económica figuran la sequía que afectó la producción agropecuaria nacional y la volatilidad internacional que llevó a la salida de fondos de países emergentes. «Esto a nosotros nos pegó muy fuerte porque realmente no habíamos terminado de corregir los desbalances de nuestra economía», reconoció. También, según el ministro, se sumó el impacto del escándalo por corrupción.
«No son eventos que podemos minimizar y tenemos que convivir con los efectos de los shocks que hemos atravesado», señaló.
Dujovne se mostró optimista por la meta de equilibrio fiscal que se fijó el Gobierno para 2019, con un proyecto de ley de presupuesto para el año que viene con equilibrio fiscal primario. «Y ahora sumamos una política monetaria muy restrictiva, por muchos meses, de manera tal de estabilizar la moneda que venía muy golpeada en los últimos meses», sostuvo.
Argentina implementó el lunes una nueva política cambiaria que establece un esquema de flotación de la cotización del dólar estadounidense entre bandas que va de 34 pesos a 44 pesos, que se ajustará diariamente a una tasa de 3 por ciento mensual hasta fin de año y se recalibrará al comienzo del año próximo.
El Banco Central de la República Argentina (BCRA) anunció además que habrá cero crecimiento de la masa monetaria nominal hasta junio para controlar la inflación, que este año superaría el 40 por ciento.
El ministro de Economía, que tuvo a su cargo la renegociación del rescate financiero por 57.100 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional (FMI), se mostró satisfecho por el debut de la nueva política cambiaria.
«El sistema funcionó; se hizo una primera licitación de las letras de liquidez que emite el Banco Central para ir retirando pesos», declaró Dujovne. La entidad monetaria pagó una tasa de interés de 72 por ciento para captar 71.000 millones de pesos (unos 1.750 millones de dólares) de la plaza.
«Fue un día de estabilidad cambiarla. Queremos ir reforzando el concepto de que la base de una moneda sana y la estabilidad cambiaria vienen de la mano de la fortaleza del peso y no de una política de intervención», explicó.
La crisis agravó la situación social. La pobreza afectó en el primer semestre al 27,3 por ciento de la población y subirá en los próximos meses, según reconoció Macri, al tiempo que el desempleo escaló a 9,6 por ciento.
El Gobierno no analiza sin embargo más medidas de asistencia a los sectores más pobres más allá de los adicionales de septiembre y diciembre programados para los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH), que reciben los jefes de hogar (cabezas de familia) desempleados o que perciben salarios inferiores al mínimo. Las jubilaciones se ajustarán en tanto por inflación. Cerca de cinco millones de jubilados perciben el haber mínimo de 8.500 pesos (unos 210 dólares).
«El presupuesto no es infinito. Así como tenemos jubilados que cobran realmente una mínima muy baja, tenemos también desempleados, tenemos a los niños por debajo de 14 años donde más del 40 por ciento está por debajo de la línea de pobreza. Realmente no es que no seamos sensibles a la situación de cada uno de los grupos que están afectados, pero el presupuesto no es infinito; hay prioridades y tenemos que ir viendo, paso a paso, cómo las asignamos», sostuvo el ministro.