(EP) – El presidente de Colombia ha pedido a los servicios de emergencia que aceleren la evacuación de unas 2.500 familias que se encuentran en la zona de influencia del volcán del Nevado del Ruiz por el notable incremento en la actividad volcánica.
En un mensaje a través de su cuenta de Twitter, el mandatario ha informado de que el Gobierno está «atendiendo la situación de primera mano» para evaluar los pasos a seguir en una zona en la que ya se ha decretado el estado de calamidad y la alerta naranja por peligro de erupción.
También se ha ordenado a las empresas de transporte de las localidades colindantes estar preparados para colaborar con los esfuerzos de evacuación, que por el momento sigue siendo voluntaria aunque recomendada por las autoridades locales.
El director del Servicio Geológico Colombiano (SGC), John Makario Londoño Bonilla, ha confirmado en una entrevista con Caracol Radio que permanecerán en alerta naranja, es decir, que se podría producir una erupción en días o semanas, pero ha querido tranquilizar a la población explicando que también es muy posible que no llegue a producirse ninguna erupción.
También ha hablado sobre las personas que se encuentran en zonas peligrosas pero que deciden quedarse en sus casas: «El mero hecho de sentir sismos de un volcán debería alertarlos y ponerlos a pensar. Si de pronto a veces no quieren evacuar, nosotros no somos la entidad para decidirlo, pero animo a esas personas, es muy duro salir del hogar donde se está, pero miren que el volcán les está mostrando sismos que pueden indicar una erupción».
El Gobierno tiene un plan para, en caso de que sea necesario, evacuar a los menores de edad de las zonas implicadas cuando sus familias se nieguen a hacerlo y el peligro sea considerable.
Si finalmente se detectase una erupción, el aviso a los servicios de emergencia, ha explicado, sería «prácticamente algo simultáneo, en menos de dos minutos ya se harían todas las llamadas».
El volcán Nevado del Ruiz, con una alta actividad sísmica estos días, se ubica en la frontera departamental entre Tolima y Caldas, y aunque ha sufrido erupciones menores en los últimos diez años, es conocido por la erupción del 13 de noviembre de 1985 que afectó especialmente a la localidad de Armero y que dejó, según datos del Gobierno colombiano, cerca de 25.000 fallecidos.