Montecarlo, 22 abr (dpa) – El español Rafael Nadal cerró hoy una semana impecable en el torneo de tenis de Montecarlo y alzó su undécimo título en el principado con una cómoda victoria sobre el japonés Kei Nishikori en la final.
El número uno del mundo se impuso por 6-3 y 6-2 a Nishikori para extender un reinado que parece no tener fin en la arcilla monegasca. El español ganó un récord de once títulos, jugó 12 finales y desde que disputó por primera vez el torneo en 2003 logró 68 triunfos por apenas cuatro derrotas.
Pocas veces, sin embargo, ganó el certamen en forma tan arrasadora como este año. Nadal no perdió ni un set en toda la semana y apenas cedió 21 games en sus cinco encuentros. El rival que más fuerza le hizo fue el búlgaro Grigor Dimitrov, quien «apenas» perdió 6-4 el primer set antes de caer 6-1 en el segundo parcial de la semifinal del sábado.
El título de Nadal, el número 31 de su carrera en la categoría de Masters 1000, envía además un poderoso mensaje a sus rivales. Tras un comienzo de año marcado por los problemas físicos -una lesión en el psoas de la pierna derecha le obligó a retirarse en los cuartos de Australia y a ausentarse en Acapulco, Indian Wells y Miami-, el español está listo y otra vez en gran forma para su tramo favorito de la temporada.
«Siempre es especial ganar aquí en Montecarlo», señaló Nadal en la ceremonia de premiación. «He vivido momentos duros en estos últimos cuatro o cinco meses, así que es especial tener otra vez este trofeo», agregó.
«Quiero felicitar a Kei. Sé lo difícil que es volver de las lesiones. Estoy feliz de volver a verlo jugando bien otra vez», comentó el español.
Ante Nishikori, Nadal sólo sufrió en el comienzo del partido. El japonés quebró para adelantarse 2-1, pero sólo fue un espejismo. Una vez que el español puso el turbo, ya no hubo partido. Como en toda la semana.
El español quebró para 4-2 y cerró el primer set con una derecha ganadora. Y luego selló un cómodo segundo parcial con un «winner» de revés. Fueron una hora y 33 minutos de juego.
Nishikori buscaba hoy su primer título de Masters 1000, pero cayó en su cuarta final. Aún así, el japonés cierra una gran semana en su intento de volver a los primeros planos tras su lesión en la muñeca.
Para Nadal, el título supone un firme primer paso en la gira de arcilla, que para él continuará a partir de la próxima semana en Barcelona.
El español tendrá ahora que defender los títulos en Barcelona, Madrid y Roland Garros y revalidar prácticamente toda la montaña de puntos obtenida en 2017 si quiere sostenerse en el número uno. Por lo pronto, el título de hoy lo catapulta hasta las primeras cinco posiciones del ranking anual después de no haber sumado casi nada en 2018. El primer objetivo en la arcilla ya está cumplido.