Berlín, 3 ene (dpa) – Un año después de que Alemania decretara que los desechos orgánicos deben ser tratados por separado del resto de la basura, la normativa no ha logrado ser impuesta en todo el país.
Muchas comunas aún no han instalado basureros especiales para residuos provenientes de la cocina o del jardín, señaló la federación de empresas gestoras de residuos a la agencia dpa. Y en los sitios donde han sido montados, las autoridades han concedido demasiadas excepciones. «Es sorprendente la terquedad con la que los estados federados y las comunas no aplican esta ley», critica la asociación que representa a las empresas privadas de procesamiento de basura.
El mayor porcentaje de los residuos generados en los hogares corresponde a los desechos orgánicos, que pueden ser reaprovechados en plantas generadoras de biogás o como abono. Según los expertos, la recolección de residuos orgánicos en forma selectiva es indispensable para lograr el cambio a favor de las fuentes de energía renovables.
Los residuos biológicos deben ser recogidos por separado desde comienzos de 2015. En aquel momento, 340 de los 400 distritos comunales y regionales introdujeron los contenedores biológicos para la recolección selectiva, pero millones de ciudadanos se niegan a usarlos. En especial en verano los desechos en estado de putrefacción emanan olores desagradables alrededor de los contenedores.
Sin embargo, aún cuando la ley no es respetada por completo, en Alemania se recoge cada vez más basura orgánica. Según la Oficina de Estadísticas, en 2014 se recolectaron unos 9,8 millones de residuos biológicos, es decir unas 800.000 toneladas más que en el año anterior. Cuando se logre el objetivo de instalar contenedores selectivos en todo el país, el Ministerio Federal de Medio Ambiente estima que se recogerán unas dos toneladas adicionales.