Stuttgart (Alemania), 18 ago (dpa) – El fútbol alemán llora la muerte de Gerhard Mayer-Vorfelder, antiguo presidente de la Federación Alemana de Fútbol (DFB) y considerado como «el verdadero padre» del éxito de Alemania en el Mundial de Brasil 2014.
«MV», como se le conocía, falleció el lunes a los 82 años acompañado de sus familiares más cercanos en un hospital de Stuttgart, en el sur de Alemania, donde residió gran parte de su vida, informó hoy su familia.
«Con Gerhard Mayer-Vorfelder se va una figura que ha marcado el fútbol alemán», lo alabó el presidente de la DFB, Wolfgang Niersbach. «Durante todos estos años lo he conocido siempre como una persona franca, decidida y competente, con un gran compromiso por el deporte y con la mirada puesta siempre en las necesidades de los jugadores».
Mayer-Vorfelder, que deja una mujer y cuatro hijos, fue desde 1975 hasta 2000 presidente del Stuttgart y desde 2001 a 2006 lideró la DFB, a partir de 2004 de manera conjunta con Theo Zwanziger. Los últimos años el político cristianodemócrata se había retirado de la vida pública por sus problemas de salud.
«La obra de tu vida queda en el recuerdo», escribió el jefe de la FIFA, Joseph Blatter, via Twitter. El alemán fue miembro del ejecutivo de la FIFA de 1992 a 1998 y entre 2002 y 2007.
Mientras, Zwanziger recordó su gran compromiso a favor de las nuevas generaciones del fútbol alemán. «Su mayor contribución fue la modificación total del fomento de las nuevas generaciones a partir de 2002 en Alemania», afirmó.
«La construcción de centros de rendimiento es mérito suyo y por ello, para mí, es el verdadero padre del éxito de Alemania en el Mundial de fútbol de Brasil de 2014», declaró al diario alemán «Rheinischer Post».
«Sus ideas y esfuerzos dieron un impulso importante al fútbol del que nos beneficiamos todos actualmente», comentó por su parte Niersbach. «Los éxitos actuales, con la victoria en el Mundial a la cabeza, se remontan a un cambio de agujas en el pasado, al que contribuyó Gerhard Mayer-Vorfelder de manera decisiva».
Según las propias palabras de Mayer-Vorfelder, «el objetivo de su vida» lo alcanzó al poder participar en la organización del Mundial de Alemania en 2006, después del cual dejó su puesto al frente del fútbol germano.