(dpa) – La idea básica de los teléfonos móviles plegables es atractiva, ya que estos ofrecen una gran superficie de pantalla en un aparato en sí compacto que cabe bien en un bolsillo del pantalón.
Sin embargo, cuando Samsung y Huawei presentaron los primeros smartphones plegables en 2019, las desventajas se hicieron evidentes rápidamente: el mecanismo de plegado resultaba ser un punto débil importante, ya que las bisagras y otras piezas móviles podían dañarse fácilmente.
Actualmente, ya está disponible la cuarta generación de dispositivos plegables. Los fabricantes prometen que se han superado los problemas iniciales, y, por lo tanto, ha llegado la hora de comparar tres modelos para comprobar hasta qué punto es posible desenvolverse en el día a día con ellos y si el sobreprecio de los mismos merece la pena.
Los candidatos en el banco de pruebas son el Samsung Galaxy Z Flip 4 y el Motorola Razr 2022. Ambos son modelos de diseño almeja o «clamshell», que se pliegan horizontalmente y tienen el tamaño normal de un móvil cuando se abren.
El tercer móvil analizado es el Samsung Galaxy Z Fold 4 en formato libro, con una pequeña pantalla en la portada y una grande casi del tamaño de una tableta en su interior.
La bisagra y su estabilidad mecánica ha dejado de ser un problema en los tres dispositivos. A diferencia de los teléfonos inteligentes plegables de la primera generación, el complicado mecanismo ya no es frágil, sino que está encerrado en un marco metálico estable. El borde plegable de la pantalla es claramente visible, pero deja de percibirse en cuanto la pantalla está activa.
Los dispositivos de Samsung tienen certificación IPX8 contra el polvo y el agua, lo que significa que permanecen estancos a una profundidad de dos metros.
Motorola, por su parte, solo otorga a su nuevo Razr una certificación IP52. Eso significa que el Razr 2022 sobrevive a los chaparrones, pero no debe dejarse caer al agua.
Por otro lado, el Razr 2022 gana puntos por su pliegue casi invisible. Samsung no ha conseguido deshacerse del hueco en forma de cuña que se produce al plegar los modelos, ni con el Flip 4 ni con el Fold 4. Al igual que Motorola, también Huawei y Oppo han logrado un mecanismo de bisagra más oculto y discreto.
En la comparación directa, el Razr 2022 tiene una pantalla exterior más grande que aventaja a la del Flip 4. El dispositivo de Samsung tiene una pantalla táctil muy pequeña con una diagonal de 1,9 pulgadas y 260 por 512 píxeles. El Motorola, por su parte, es de 2,7 pulgadas y ofrece 800 por 573 píxeles.
Sin embargo, las pantallas externas son prácticas en ambos dispositivos. Estas muestran las llamadas entrantes y los mensajes, así como la hora y el estado de carga. También permiten acceder a las funciones más importantes del smartphone y, por ejemplo, iniciar llamadas o controlar dispositivos domésticos inteligentes sin tener que abrirlo. Lamentablemente, ambas pantallas exteriores son un verdadero imán para las huellas dactilares.
Ni el Razr 2022 ni el Flip 4 son los modelos idóneos para hacer las mejores fotos. En buenas condiciones de luz, producen imágenes que merece la pena contemplar. Pero en cuanto oscurece, ya no pueden seguir el ritmo de la clase alta.
El Fold 4 de Samsung, de más tamaño, tiene tres lentes en la parte trasera (cámara principal, ultra gran angular y triple teleobjetivo). Además, equipa una lente en la pantalla exterior y una cámara selfie en el interior que, con una modesta resolución de un máximo de 4 megapíxeles (MP), no está técnicamente a la altura de los tiempos. Los selfies de la cámara de la pantalla frontal ofrecen una mejor calidad.
La cámara principal del Fold 4 hace fotos muy respetables con hasta 50 MP. La dinámica de la imagen, la nitidez y los detalles son especialmente convincentes. Aquellos usuarios que consideren demasiado llamativas las coloridas imágenes típicas de Samsung pueden atenuarlas con un software de edición de imágenes. Con un zoom óptico triple, el Fold juega en la misma liga que el nuevo iPhone 14 en lo que se refiere a tomas con teleobjetivo.
En conclusión, los dispositivos plegables de Samsung y Motorola han superado sus problemas iniciales. Aunque no estén diseñados para un uso intensivo en exteriores, tampoco hay que tener tanto cuidado al manejarlos, sino que pueden ser utilizados como smartphones de pleno derecho en la vida cotidiana.
El formato del Flip 4 y el Razr 2022 convence. Sin embargo, hay que hacer ligeras concesiones con las cámaras integradas. Así y todo, la mejor cámara es la que se lleva en el momento adecuado, y con su formato ultracompacto, los dos teléfonos plegables caben en cualquier bolsillo, por más estrecho que este sea.
En cuanto al Galaxy Fold 4, la gran pantalla es realmente una ventaja. El dispositivo no ofrece motivo de quejas, ni en cuanto al rendimiento ni a la calidad de las cámaras. Sin embargo, cuando está plegado, es bastante voluminoso y ya no cabe en un bolsillo de pantalón estrecho.
Por último, el hecho de que ni los dos dispositivos plegables de Samsung ni el Razr 2022 de Motorola encabecen las listas de ventas probablemente se deba en primer lugar a que son bastante más caros que los dispositivos no plegables.
Por Christoph Dernbach (dpa)