Berlín, 1 ago (dpa) – La ministra alemana de Defensa, Ursula von der Leyen, quiere contar pronto con las bases para que el Ejército pueda llevar a cabo misiones en el interior del país en caso de atentados terroristas, según declaraciones publicadas hoy en el diario alemán «Bild».
«A finales de verano decidiremos con la conferencia de ministros regionales de Interior de los Estados federados qué escenarios de misiones debemos practicar», afirmó la política cristianodemócrata (CDU).
«En caso de urgencia debe haber una cadena de alarma, estar claras las competencias y contar con suficiente personal disponible», explicó la ministra sobre la polémica decisión de que el Ejército pueda actuar en el país para apoyar a la Policía.
Para Von der Leyen, la discusión sobre una posible misión antiterrorista del Ejército es «correcta e importante». Todos esperan que nunca se produzca un «gran escenario» en el que sea necesario una misión de este tipo, pero los atentados en París abrieron los ojos a todos, indicó. «Prefiero el escepticismo ahora a que después nos critiquen por no haber estado preparados», agregó.
Sin embargo, desde la Policía creen que no es necesaria la ayuda del Ejército para luchar contra el terrorismo. «La ayuda que nosotros necesitamos no puede ofrecérnosla para nada el Ejército», aseguró el presidente del sindicato de la Policía (GdP), Oliver Malchow, en la televisión pública alemana ZDF.
«Necesitamos investigadores, necesitamos policías, con formación jurídica, y en el marco de la conveniencia de los medios tomar las medidas necesarias», indicó. Ésa es una tarea complicada para la que se necesita una elevada cualificación y no la puede proporcionar el Ejército, explicó.
Quien crea que para tener seguridad interior se necesita poner a «personas en uniforme, con casco y armas largas» en el centro de las ciudades, se equivoca, afirmó. «Esto eleva más bien el sentimiento de inseguridad de la población», agregó.
Hasta ahora, las misiones antiterroristas en Alemania estaban reservadas a la Policía. No obstante, la creciente inseguridad llevó al Gobierno a acordar en el denominado «Libro Blanco», donde se fijan las directrices en política de seguridad, el despliegue del Ejército en caso de grandes atentados terroristas, evacuaciones o emergencias sanitarias.
Posteriormente, tras los ataques registrados en julio en Baviera -un presunto afgano de 17 años atacó a los pasajeros de un tren regional, en Wurzburgo y un sirio de 27 años detonó una bomba que llevaba en una mochila en Ansbach-, la canciller Angela Merkel decidió acelerar la participación del Ejército en el interior, que incluyó en un plan de nueve puntos para mejorar la seguridad en Alemania.