Berlín, 30 ago (dpa) – El hecho de que las instancias gubernamentales alemanas se encuentren repartidas entre la antigua capital federal en Bonn y la actual en Berlín costó al Estado germano al menos 8,6 millones de euros (9,5 millones de dólares) el año pasado, informaron las autoridades.
Solo los 18.730 viajes de trabajo entre los dos emplazamientos causados por esta división requirieron ya 6,2 millones de euros del erario público, reveló una respuesta del Ministerio de Finanzas a una solicitud del presidente del bloque parlamentario del partido La Izquierda, Dietmar Bartsch. Alrededor de dos tercios de estos viajes (12.559) se realizaron en avión.
El Gobierno federal y el Bundestag (Parlamento alemán) comenzaron oficialmente su trabajo en Berlín el 1 de septiembre de 1999, hace 20 años. Sin embargo, uno de cada tres puestos de trabajo ministeriales sigue estando en Bonn. Seis de los 14 ministerios tienen incluso su sede principal en la antigua capital a orillas del río Rin.
Los ministerios, cuya sede oficial principal es Berlín, tienen una segunda sede en Bonn, lo que significa que todos los ministerios están repartidos en dos emplazamientos.
Bartsch calificó esta división de ineficiente, perjudicial para el clima e irresponsable desde el punto de vista económico.
«Ahora, casi 30 años después de la reunificación alemana, es hora de que el Gobierno alemán se establezca de manera completa en la capital», opinó.
El político destacó que Bonn es hoy un próspero centro cultural, educativo y de investigación, así como también la sede más importante de las Naciones Unidas en Alemania.
«Por lo tanto, no hay así razón para demorar la reubicación completa del Gobierno (en Berlín)», adujo Bartsch.