Berlín, 2 feb (dpa) – La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, se mostraron preocupados este lunes por los nuevos enfrentamientos entre las tropas ucranianas y los separatistas prorrusos en el este de Ucrania.
En una breve declaración a los medios antes de su encuentro en la Cancillería de Berlín, Merkel lamentó que no se haya logrado aún un alto el fuego «sostenible».
Ese es precisamente el requisito para poner en marcha el proceso de paz que se negoció en febrero de 2015 en Minsk, la capital de Bielorrusia, entre Rusia y Ucrania con ayuda de Alemania y Francia, recordó la mandataria alemana. Y la retirada de las sanciones contra Rusia están vinculadas al proceso de Minsk, agregó.
Asimismo, Merkel insistió que sería bueno para todos los implicados si se pusiera en funcionamiento lo acordado en Minsk y se lograran los requisitos para poder poner fin a las sanciones.
Por su parte, Poroshenko acusó una vez más a Rusia y a los «combatientes que lo representan» de ser los agresores en el conflicto. «Es horrible y tremendo que a pesar del acuerdo en Minsk no se haya logrado seguridad alguna en la zona en guerra del Donbás», señaló.
Sólo en enero se han registrado 1.200 bombardeos, entre ellos algunos con artillería pesada, algo prohibido por el acuerdo de Minsk, recordó. Donbás es un instrumento de Rusia para desestabilizar a Ucrania, agregó.