Berlín/Alepo, 19 oct (dpa) – Por primera vez en cuatro años, la canciller alemana Angela Merkel recibió hoy al presidente ruso, Vladimir Putin, en Berlín, en busca de lograr avances en la crisis en Siria y el conflicto en Ucrania.
Junto con el jefe de Estado francés, François Hollande, Merkel quería lograr este miércoles por la noche en la Cancillería entre otros una prolongación del alto el fuego en la convulsionada ciudad de Alepo, en el norte de Siria.
Antes de mantener la conversación con Putin sobre Siria, Merkel y Hollande buscaron junto con el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, volver a revivir el proceso de paz en el este de Ucrania, estancado desde hace tiempo.
En la antesala del encuentro, el Gobierno alemán trató de rebajar las expectativas de que arroje resultados concretos.
La canciller recibió con sonrisas a Poroshenko y fue saludada con besos en las mejillas por Hollande. La llegada de Putin se demoró en aproximadamente media hora, y ambos se dieron la mano con discretas sonrisas.
Ante la Cancillería protestaron activistas en favor de los derechos humanos con unos 100 osos de peluche con vendajes empapados de rojo, contra la muerte de niños en Alepo. En otra acción de protesta fueron ondeadas banderas ucranianas.
Antes de su viaje a Berlín, Hollande dijo en París tras un encuentro con el jefe de la organización civil siria «Cascos Blancos» Raed al Saleh que, junto con Merkel, intentarían conseguir una prolongación del alto el fuego en Alepo.
El objetivo es conseguir un «acceso humanitario» a la ciudad, explicó el Palacio del Elíseo.
Por segundo día consecutivo, y antes del encuentro en Berlín, los aviones rusos y del Ejército sirio cesaron hoy los bombardeos sobre Alepo. El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos y activistas desde zonas rebeldes en Alepo reportaron solamente combates en el frente.
Rusia llamó a todas las partes en conflicto a detener los enfrentamientos. «Yo descarto que junto con el Gobierno sirio podamos prolongar unilateralmente la pausa humanitaria», afirmó el viceministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Riabkov.
El ministro de Relaciones Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, señaló que espera solo pequeños avances de la cumbre. Se trata de que el alto el fuego pactado para Ucrania sea más seguro y estable. «A veces ya es un éxito en sí mismo no dejar que se produzca una escalada», consideró.
Al mismo tiempo, Steinmeier se manifestó contra más sanciones a Rusia por la guerra en Siria. En caso contrario no hubiera habido, desde su punto de vista, una tregua que al menos le dio un pequeño respiro a los habitantes.
El Kremlin espera de las conversaciones sobre el este de Ucrania no más que un análisis constructivo de la situación. «La meta es ver dónde estamos parados y constatar qué nos obstaculiza para la implementación del acuerdo de Minsk», dijo el portavoz del Kremlin Dmitri Peskov. «No esperamos un avance decisivo».
Putin había estado en Alemania por última vez para la Feria de Hannover en 2013 y su anterior visita a Berlín databa de cuatro años atrás.
La anexión de Crimea por parte de Rusia en 2014 y el respaldo de Moscú a los separatistas en la guerra civil en el este de Ucrania condujeron posteriormente a un enfriamiento de las relaciones con Occidente.
Mientras tanto, el Ejército ruso afirmó hoy que la pausa humanitaria prevista para el jueves en Alepo se prolongará tres horas más de lo anunciado inicialmente, hasta un total de 11 horas. El breve alto el fuego estará en vigor entre las 08:00 y las 19:00 hora local (05:00 y 16:00 GMT), explicó un portavoz militar en Moscú.
Alepo, dividida entre las fuerzas del régimen y los rebeldes, es una de las zonas más disputadas en la guerra civil siria. En las últimas semanas, los aviones sirios y rusos llevaron a cabo los peores bombardeos en la ciudad desde el inicio del conflicto y murieron 457 civiles.
Rusia aseguró que durante la «pausa humanitaria» los rebeldes y los civiles podrán abandonar Alepo a través de corredores seguros, aunque varios grupos rebeldes aseguraron que no dejarán la ciudad ni se rendirán.
Las tropas sirias se retiraron de dos corredores humanitarios para permitir la retirada de los rebeldes, señaló esta noche el Ministerio de Relaciones Exteriores en Damasco. El transporte sin obstáculos de civiles, heridos y combatientes con sus armas fue organizado y también se entregará ayuda humanitaria, añadió.
Los combatientes podrán ser llevados del sector oriental de Alepo hacia otros territorios rebeldes, indicó. Pero los rebeldes rechazan retirarse de Alepo, lo que califican como una oferta para la capitulación, y reclaman un corredor para civiles bajo control de Naciones Unidas.
En el este de Alepo se encuentran atrapados entre 250.000 y 300.000 civiles que sufren escasez de alimentos y muy escasa atención médica, sobre todo después de que varios hospitales fueran bombardeados en las últimas semanas.