(dpa) – La canciller alemana, Angela Merkel, calificó hoy de «incomprensibles» los ataques del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, contra los diputados alemanes tras la resolución aprobada en el Parlamento alemán que considera genocidio la masacre sufrida por los armenios hace 100 años en el Imperio otomano.
«Las recriminaciones y las declaraciones que se han hecho ahora desde el lado turco son incomprensibles», aseguró la mandataria alemana en Berlín.
«Los diputados del Bundestag son diputados elegidos libremente sin excepción», afirmó. Se trata de diferentes puntos de vista entre la mayoría del Parlamento alemán y Turquía, indicó.
La decisión de apoyar la resolución pese a las advertencias que venía lanzando Turquía, apoyada por todos los diputados del Bundestag a excepción de un voto negativo y una abstención, llevó a Erdogan a acusar a los diputados alemanes de origen turco de ser la extensión en Alemania del prohibido Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
Asimismo, Erdogan reclamó una prueba de sangre a los diputados de origen turco del Parlamento alemán y acusó a Alemania de no haberse ocupado correctamente del Holocausto. Mientras, en Internet los once diputados alemanes de orígen turcos fueron objeto de amenazas.
Merkel declaró que siempre ha apostado por un diálogo directo entre los armenios y los turcos y lo seguirá haciendo.
La mandataria alemana indicó que la resolución sobre Armenia del Bundestag hacía referencia explícita a la singularidad del Holocausto. Alemania se ha ocupado de la historia del nacionalsocialismo y lo seguirá haciendo, agregó.
La resolución votada en Berlín el pasado 2 de junio califica de genocidio la matanza y concluye diciendo que el destino de los armenios «es un ejemplo de la historia de exterminios masivos, limpiezas étnicas y genocidios que el siglo XX registró de forma tan horrenda».
También reconoce la complicidad del Imperio alemán, que no intentó frenar la masacre pese a ser aliado del Imperio otomano cuando ocurrían los hechos.
El Imperio otomano expulsó y asesinó a hasta 1,5 millones de armenios durante la Primera Guerra Mundial, según las estimaciones. Turquía, sucesora del imperio, lamentó lo ocurrido, pero rechazó siempre denominarlo «genocidio».
Sin embargo, una veintena de Gobiernos, incluyendo los de Francia, Italia y Rusia, designaron oficialmente como «genocidio» las matanzas y el papa Francisco calificó lo ocurrido a los armenios como «el primer genocidio del siglo XX».