Berlín, 17 feb (dpa) – El flujo masivo de refugiados supone una «prueba histórica» para Europa, sostuvo hoy la canciller alemana, Angela Merkel, en la antesala de una nueva cumbre de la Unión Europea (UE) y defendió una solución conjunta con Turquía para reducir de «forma considerable» la llegada de migrantes al Viejo Continente.
En la cita de dos días que arranca mañana en Bruselas se decidirá si continuar con el camino emprendido junto con Turquía para combatir las causas de la afluencia de migrantes y proteger las fronteras exteriores de Europa, dijo Merkel en una declaración de gobierno ante el Parlamento alemán.
«¿O tendremos que abandonar (este camino) y en lugar de ello cerrar la frontera griego-macedonia-búlgara, con todas las consecuencias que acarrearía para Grecia y para toda la Unión Europea?», se preguntó.
Merkel aseguró que pondrá todo su empeño en buscar una solución coordinada con Turquía. «Nuestra meta sigue siendo la de reducir de forma considerable la cifra de refugiados para poder seguir brindando ayuda a quien la necesita».
La mandataria germana rebajó las expectativas de una rápida solución al conflicto por la distribución equitativa de los refugiados entre los 28 países del bloque: «El éxito y el fracaso no dependerán de la cuestión de los contingentes».
El Consejo Europeo constituye una «etapa en el camino por el cual Europa ha salido fortalecida tras cada crisis», recalcó Merkel. «Y espero que también esta vez sea así».
La líder alemana recibió un espaldarazo del presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker. El luxemburgués pronosticó en una entrevista con el diario «Bild» que Merkel «sobrevivirá en el puesto a todos sus críticos de hoy».
«La política europea de migración que promueve (Merkel) y que yo también promuevo se impondrá. Es señal de liderazgo decir ‘lo conseguiremos’. Cualquier otra cosa es capitular ante los populistas», pronosticó Juncker, y se mostró convencido de que la historia «le dará la razón a Angela Merkel».
La decisión de Merkel de permitir el ingreso irrestricto de refugiados el 4 de septiembre pasado le está valiendo la pérdida paulatina de apoyos dentro de la Unión Europea, al tiempo que crecen las críticas dentro de Alemania.
Aliados tradicionales como Francia se muestran más cautos por temor al ascenso de la extrema derecha. El gobierno Austria, que en un principio apoyó la política de puertas abiertas, cambió de actitud en medio del creciente ascenso de la derecha, y anunció una serie de medidas restrictivas. Viena anunció hoy que permitirá un máximo de 80 solicitudes de asilo diarias en su frontera sur.
Austria se alineó así con Polonia, Hungría, la República Checa y Eslovaquia, que demandan un «plan B» para sellar la frontera de Grecia con Bulgaria y Macedonia con la esperanza de cortar la llamada ruta de los Balcanes.
En otro orden, Merkel consideró justificadas y comprensibles las demandas del Reino Unido de reforma de la Unión Europea (UE), que ocuparán a los líderes europeos en el primer día de deliberaciones.
«Aquí no se trata únicamente de intereses particulares del Reino Unido», dijo la canciller. Esto también vale para las propuestas de mejorar la competitividad y la transparencia así como para la exigencia de que no sean discriminados ni pasados por alto los países que no comparten la moneda única, señaló Merkel.
La líder alemana coincidió con el premier británico, David Cameron, en la necesidad de eliminar falsos incentivos en los sistemas sociales. «Es natural que cada país miembro esté en condiciones de proteger sus sistemas sociales. Esto no es un punto de disenso entre el Reino Unido y Alemania».
Pero aclaró que ello no implica cuestionar los principios de libre circulación y de no discriminación vigentes en el bloque europeo. «Estos principios no son negociables», fue tajante ante el deseo de Cameron de restringir la llegada de ciudadanos de la UE a su país.