Berlín, 2 mar (dpa) – La canciller alemana, Angela Merkel, criticó hoy los planes del presidente estadounidense, Donald Trump, de imponer fuertes aranceles a las importaciones de acero y aluminio, una noticia que causó profunda preocupación en la industria germana.
«El Gobierno federal rechaza estos aranceles», dijo Steffen Seibert, portavoz de la jefa de Gobierno. El problema de los excesos de capacidad de acero y aluminio en el mundo no se solucionará de esta forma. Nadie puede estar interesado en una guerra comercial, tampoco Estados Unidos, agregó.
Seibert dijo que Alemania apoya a la Comisión Europea, que ya anunció medidas de represalia.
En tanto, líderes de la industria alemana manifestaron hoy su gran preocupación por la perspectiva de tener que pagar un 25 por ciento de arancel al acero y un 10 al aluminio exportado a Estados Unidos.
La Asociación de Cámaras de Industria y Comercio (DIHK) alertó que la medida podría llevar a otros países a seguir el ejemplo de Washington y socavar todo el sistema de comercio mundial «en detrimento de todos».
«Está claro que los aranceles impiden el acceso al mercado estadounidense y llevarán a una subida de precios para los consumidores estadounidenses», señaló el máximo responsable de la organización, Martin Wansleben.
«La economía alemana, altamente globalizada, depende justamente de los mercados abiertos y de un sistema de comercio mundial que funcione».
La poderosa Federación Alemana de Fabricantes de Maquinaria e Instalaciones Industriales (VDMA) también advirtió que los aranceles estadounidenses podrían desatar un conflicto comercial global. Alemania exportó maquinaria a Estados Unidos en 2017 por valor de 18.000 millones de euros (22.000 millones de dólares), un 11 por ciento más que en 2016.
«Los impuestos punitivos a los productos de acero y aluminio anunciados por el presidente estadounidense Donald Trump son perjudiciales para todas las partes», sostuvo el presidente de la agrupación, Thilo Brodtmann.
Trump anticipó el jueves que la semana próxima firmará una medida para imponer aranceles a las importaciones de acero y aluminio basándose en una ley de 1962 que permite hacerlo alegando razones de seguridad nacional.