El Colectivo Ecologista de Aviles ha solicitado a la Consejería de Sanidad del Principado de Asturias y al Ayuntamiento de Castrillón información detallada de la causas del episodio de contaminación producido ayer en la playa del Espartal a las 17 horas, donde decenas de personas sufrieron picores en el baño, molestias de las que dieron conocimiento al Servicio de Salvamento gran parte de ellos en el día de ayer, que les daba la recomendación de ducharse.
En ese momento la playa tenía la bandera verde y ante la insistencia de los afectados cambiaron a amarilla la bandera. En la Web del Principado tenía la calificación del estado de Aguas Aptas para el Baño de Calidad Excelente, de acuerdo al Real Decreto 1341/2007, de 11 de octubre, sobre la gestión de la calidad de las aguas de baño. BOE nº 257, de 26 de octubre de 2007. Por supuesto nada más lejos de la realidad la situación real de la playa.
La playa del Espartal y la contigua de Salinas son una de las 16 playas asturianas que tienen bandera azul, distintivo que generosamente reparte la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor, en teoría solo a las playas con buena calidad del agua, aunque ya se ve este verano en Asturias que no es así.
Este verano este fenómeno contaminante ha sucedido varias veces con miles de afectados sin que se hayan tomado medida alguna para evitarlo, la única explicación que llego a dar el Principado que fue la de la presencia de microalgas, se demostró que era falsa y que estas no eran culpables de los picores sufridos por los bañistas, después de ese fiasco y a pesar de las promesas de transparencia, nada se supo de los responsables de esos episodios contaminantes y de los resultados analíticos que se habían tomado.
No es la primera vez que el Colectivo Ecologista denuncia lo extraño de los resultados de calidad de las aguas de baño que realiza el Principado en las playas, alguno se tratan de verdaderos milagros, Como este caso hay otros numerosos en Asturias, que nos hacen dudar del rigor del método analítico y la traslación de los resultados.
También extraña el protocolo de actuación, en el que el Ayuntamiento que sabía de los hechos no había comunicado al Principado el episodio contaminante.
No es comprensible que ante la frecuencia de estos episodios contaminantes que afectan a la salud de los usuarios de las playas, lo único que hay es un manto de silencio, que por supuesto no arregla los problemas.
Colectivo Ecologista de Avilés